TOKIO (Reuters) - Aunque no se concrete el plan del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para que haya un Mundial de Clubes con 32 equipos, es probable que el torneo de este año en Japón ponga de relieve la necesidad de un cambio.
Sobre el papel, la idea de reunir a los equipos campeones de cada continente es perfectamente loable. Sin embargo, en los últimos años, el torneo ha servido para destacar la enorme brecha entre los clubes de élite de Europa, representados este año por el Real Madrid, y los del resto del mundo.
El Barcelona apenas tuvo que sudar el año pasado para ganar el título con dos triunfos 3-0 sobre el Guangzhou Evergrande de China y River Plate de Argentina.
De hecho, los equipos europeos no han recibido un gol desde que Corinthians derrotó al Chelsea 1-0 en la final del torneo de 2012, la única vez desde 2006 que el que el trofeo quedó en manos de un equipo que no es europeo.
Este año, hay pocos indicios de que vaya a producirse cualquier otro resultado que no sea un título del Real Madrid de Cristiano Ronaldo, que sumaría este año a su palmarés de la Liga de Campeones y la Eurocopa.
La dinámica del fútbol moderno hace que los mejores jugadores sudamericanos y africanos jueguen contra -y no para- los equipos de su continente.
El campeón sudamericano, el Atlético Nacional, será el primer equipo colombiano en jugar en el torneo. Sin embargo, el mejor jugador de su país, James Rodríguez, se encuentra en el Real Madrid, en el que ni siquiera es titular.
En lugar de acabar con el torneo o reducirlo, intentando acortar las diferencias abismales, Infantino sugirió que el evento debería ser ampliado a 32 equipos y jugarse en junio a partir de 2019.
"El mundo ha cambiado y es por eso que tenemos que hacer el Mundial de Clubes más interesante", dijo el suizo al diario español Mundo Deportivo. "Es lo que tratamos de lograr, con un torneo mucho más atrayente que el actual, con más calidad entre los participantes y más clubes. Eso atraerá a los patrocinadores, a las televisiones de todo el mundo", agregó.
Pero por el momento, el torneo continúa su peculiar camino, que comienza el jueves cuando el campeón de Oceanía, el Auckland City, se mida al japonés Kashima Antlers.
El ganador se enfrentará el domingo al Mamelodi Sundowns, el primer equipo de Sudáfrica en jugar el torneo, mientras que el campeón asiático, el Jeonbuk Motors de Corea del Sur, se medirá el mismo día al América de México, poseedor del título de la CONCACAF.
El Atlético Nacional entrará en la refriega el 14 diciembre cuando se mida al Kashima, al Auckland o al Mamelodi, mientras que el Real Madrid se enfrentará al América o al Jeonbuk al día siguiente, en un duelo soñado para cualquiera de estos dos equipos.
(Reporte de Brian Homewood; editado en español por Rodrigo Charme)