Por Neil Robinson
LONDRES, 25 mayo (Reuters) - La selección inglesa de fútbol llega al Mundial de Rusia sin el optimismo de los aficionados y la prensa que a menudo se vive antes del inicio de cada torneo importante.
Años de flojos rendimientos y decepciones acumuladas han apagado cualquier esperanza seria en Inglaterra de que finalmente la selección emule la hazaña de 1966 y vuelva a quedarse con la Copa del Mundo.
Inglaterra es uno de los equipos con mayor probabilidad de clasificarse a un gran torneo sin demasiado esfuerzo pero casi sin opciones de coronarse campeón. La selección, invicta en las clasificatorias para las competiciones más importantes desde 2009, solo ha ganado seis partidos de eliminación directa desde el día en que Bobby Moore levantó el trofeo Jules Rimet en el estadio de Wembley.
Ya han pasado 12 años desde la victoria sobre Ecuador para alcanzar los cuartos de final del Mundial de Alemania, instancia en la que perdió ante Portugal en la definición por penaltis, un destino repetido para la selección inglesa en los últimos tiempos.
Sus últimas dos participaciones en torneos grandes han sido desastrosas, con la eliminación en la primera fase del Mundial 2014 seguida de la inesperada caída ante Islandia en los octavos de final de la Euro 2016, un resultado histórico que le costó el puesto al técnico Roy Hodgson.
Las cosas empeoraron en los 67 días en los que el puesto estuvo en manos de Sam Allardyce, quien fue reemplazado por Gareth Southgate, procedente del equipo Sub-21.
Con sus formas tranquilas y efectivas, Allardyce ha armado un equipo que, después de una tranquila marcha por la eliminatoria, está comenzando a rendir.
Inglaterra tiene a Harry Kane, uno de los mejores delanteros del mundo, pero todavía necesita encontrar a los centrocampistas creativos adecuados que lo ayuden a crear peligro.
Southgate tiene muchos delanteros con talento como Jesse Lingard, Marcus Rashford, Dele Alli, Raheem Sterling y Jamie Vardy.
El seleccionador ha experimentado con porteros y centrales en una formación que puede pasar de 3-5-2 a 3-4-2-1.
Suponiendo que, como todos creen, saldrá viva del Grupo G en el que chocará con Bélgica, Túnez y Panamá, podría enfrentarse a Polonia o Colombia en octavos de final. Los más optimistas incluso sueñan con un partido ante Brasil en cuartos de final, pero casi nadie cree que el equipo llegue más allá de esa instancia.