Por Richard Martin
BARCELONA (Reuters) - El primer viaje del Real Madrid a Wembley para enfrentarse el próximo miércoles al Tottenham Hotspur en la Liga de Campeones supondrá un bienvenido cambio de aires para el vigente campeón del título tras cosechar su peor racha de resultados durante el inicio de Liga esta temporada.
La derrota del domingo por 2-1 ante el recién ascendido Girona le sitúa a ocho puntos de distancia del Barcelona en la clasificación, la mayor diferencia frente a un primer clasificado desde la última y turbulenta temporada con José Mourinho al mando del cuadro blanco.
Aquel año el Madrid también defendía título, pero a comienzos de temporada se situó a una distancia que se hizo insalvable, cayendo ocho puntos de distancia en sus primeros cuatro partidos, mientras que el Barcelona galopó hacia el título con 15 partidos sin conocer la derrota mientas Mourinho sufría una dura división con el vestuario blanco.
La sensación en la prensa deportiva española después de que el equipo de Zinedine Zidane desperdiciara una ventaja de 1-0 en el descanso fue de resignación sobre la campaña del Madrid, ya que el conjunto merengue nunca ha logrado remontar una ventaja de ocho puntos sobre los líderes .
"El Madrid vota no a La Liga", publicó un titular en el diario web del diario Marca, aludiendo al trasfondo político del partido del domingo en Girona, el primer viaje del Real Madrid a Cataluña desde que se celebró un referéndum sobre la independencia el 1 de octubre que desencadenó la peor crisis política de España en 39 años.
Solo el goleador madridista Isco y el delantero Karim Benzema quedaron exentos de críticas en Marca, que fue duro con el habitual talismán del equipo Cristiano Ronaldo -quien sólo ha marcado un tanto esta campaña-, y cargó contra Marcelo, Toni Kroos, Luka Modric y el capitán Sergio Ramos tras varios encuentros poco convincentes.
"Isco está solo", publicó en portada el periódico AS, mientras que el diario ABC describió al Madrid como "apático", calificando la derrota como el peor partido del equipo desde que Zidane asumió el control en el club en enero de 2016 y comenzó un ciclo ganador en el que se alzó con siete trofeos.
El entrenador francés dijo que el Madrid había perdido el juego debido a dos fallos de concentración en el espacio de cuatro minutos que llevaron a Cristhian Stuani a anotar el tanto del empate y a Portu a marcar el de la victoria, pero negó que hubiera un problema de actitud en el equipo.
"Tuvimos la posibilidad de matar el partido. Pero no estoy preocupado", dijo el entrenador en una conferencia de prensa después de que el Girona rompiera el récord del Madrid de 13 victorias consecutivas fuera de casa en el transcurso de dos temporadas.
"No hubo falta de intensidad, tampoco falta de ganas. Son cosas que nos están pasando en la Liga, pero seguiremos con el trabajo. Trabajar lo estamos haciendo. No es que no trabajamos. No estoy preocupado", dijo