LONDRES (Reuters) - Rafael Nadal peleó por esconder su decepción después de que su intento de recuperar la corona de Wimbledon, que ganó por última vez hace siete años se desmoronase contra la raqueta de Gilles Muller el lunes.
El tenista español, de 31 años, había recordado los buenos tiempos al llegar a la cuarta ronda y parecía estar en el estado de ánimo y forma como para llevar a cabo un asalto importante al título en All England Club, apenas semanas después de ganar el Abierto de Francia por décima vez.
Pero el zurdo luxemburgués Muller, decimosexto cabeza de serie, tenía otros planes y jugó un quinto set épico de 15-13 después de que Nadal hubiese esquivado cuatro puntos de partido en un emocionante clímax.
Noble como nunca, el quince veces campeón de un grand slam Nadal no puso excusas, admitiendo que Muller había sido el mejor jugador, pero dijo que había perdido una oportunidad de oro para llegar hasta el final.
"Tuve mis oportunidades, y él cometió algunos errores; pero no los suficientes", dijo el tenista, que recuperó la forma a principios de año al alcanzar la final del Abierto de Australia.
"Es verdad que la mayoría del tiempo del quinto set jugó de forma más agresiva y jugó mejor que yo", añadió el exnúmero uno del mundo.
"Lo normal cuando estás en esta situación demasiadas veces es que, finalmente, pierdes", dijo el mallorquín. "Eso es lo que pasó".
El tenista concluyó que "no era el resultado que esperaba. He jugado mejor que en años anteriores, es verdad. Al mismo tiempo estaba preparado para cosas importantes, así que perdí una oportunidad".
Hasta el lunes, Nadal no había perdido un solo set en un partido de grand slam desde que perdió en enero contra Roger Federer en la final de Melbourne Park.