Por Maxim Rodionov y Alastair Macdonald
MOSCÚ (Reuters) - Rusia dio el jueves la bienvenida a la Copa del Mundo con la llegada de entusiastas aficionados a Moscú y otras 10 ciudades, mientras el gobierno de Vladimir Putin continuaba ridiculizando los esfuerzos de Occidente por aislar al mandatario.
Aunque los países occidentales optaron por no enviar representantes a la ceremonia inaugural, no habrá un boicot deportivo como el que afectó a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 o unas sanciones por dopaje como las que excluyeron a muchos rusos de los dos últimos Juegos Olímpicos.
"Los intentos de boicot estaban condenados al fracaso desde el principio", dijo el viceprimer ministro Vitaly Mutko al diario Izvestiya. "Muestra cómo los políticos extranjeros a veces están desconectados de la vida real".
Putin, que lidia con sanciones occidentales desde que Rusia anexionó la provincia ucraniana de Crimea hace cuatro años, asistía a la ceremonia de apertura en el Estadio Luzhniki de Moscú antes del primer partido que enfrentará a la selección local contra Arabia Saudita.
"Rusia, en el centro del campo", tituló el jueves el periódico estatal Rossiiskaya Gazeta, que elogió los esfuerzos de la organización y el gran operativo de seguridad realizados por el torneo.
El mayor evento que Rusia organiza desde la época soviética, cuando Estados Unidos y otros países boicotearon los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 por la invasión a Afganistán, pondrá de relieve cómo la ecomomía rusa ha resurgido desde el colapso del comunismo.
También mostrará que no se llevaron a cabo las llamadas a boicotear el evento deportivo después de que Reino Unido acusara al Kremlin de usar una sustancia neurotóxica para intentar matar a un exespía ruso en Inglaterra.
Sin embargo, los líderes occidentales se han mantenido al margen del evento, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, probablemente asista a algunos partidos si su selección avanza en el torneo.
Con todo dispuesto para el inicio del torneo y unos 200.000 aficionados extranjeros ya en el país para ver a los 32 equipos del torneo, el Kremlin busca ahora que los rusos apoyen a la selección local: una tarea difícil debido al flojo nivel de un equipo que tiene el peor ranking FIFA entre los que participan del Mundial.