Por Ramiro Scandolo y Andrew Downie
BUENOS AIRES (Reuters) - El delantero de Boca Juniors Carlos Tévez prometió retirarse en algún momento del próximo año, pero una victoria en el partido del domingo contra su archirrival River Plate en la final de la Copa Libertadores de América podría ser la despedida perfecta para el "Apache", un reconocido hincha "xeneize".
"Creo que no me quedaría nada por ganar. Es lo que deseo y me quita el sueño", dijo Tévez este año sobre un posible triunfo en la Libertadores.
"Es sin dudas la final más importante de su carrera (de Boca). No es por mí, es por la gloria del club", agregó el jugador de 34 años días antes del segundo encuentro reprogramado en el estadio del Real Madrid Santiago Bernabéu.
Con un emocionante empate 2-2 en el partido de ida, el segundo juego se pospuso el mes pasado luego de que el autobús de Boca fuera atacado y algunos jugadores resultaran lesionados cerca del estadio Monumental de River en la capital argentina.
Colgar los botines con un segundo triunfo en la Libertadores le daría a la ilustre carrera de Tévez una simetría perfecta. El delantero ganó la Copa con Boca en 2003, cuando solo tenía 19 años y jugaba junto a Guillermo Barros Schelotto, quien hoy es su entrenador.
Desde entonces ha tenido de una vida itinerante llena de títulos y controversias.
Se unió al Corinthians en 2005 y luego dejó al gigante brasileño para sumarse al West Ham, en una incorporación que fue cuestionada en la justicia inglesa por la forma en la que estuvo estructurada.
Sus goles y el compromiso que mostró allí le hicieron ganar grandes transferencias, primero al Manchester United y luego al Manchester City, en un atrevido movimiento dentro de la misma ciudad que molestó a Sir Alex Ferguson y le hizo a Tévez ganar la enemistad de media ciudad.
Pero después de pelearse con el entrenador del City Roberto Mancini -en un notorio episodio en el que fue acusado de negarse a salir a jugar siendo suplente-, se fue a la Juventus (MI:JUVE).
Cuando Tévez regresó en 2015 a Boca en busca de volver a ganar la Libertadores, 50.000 hinchas llenaron el estadio La Bombonera para darle la bienvenida. Después se fue al Shanghai Shenhua (HK:1088) chino con un contrato multimillonario sólo para regresar a su primer club.
Pero la vuelta al equipo de su adolescencia ha sido agridulce: Boca ganó el torneo de primera división argentina en agosto y está a sólo 90 minutos de un séptimo título de la Copa Libertadores. Tévez, sin embargo, no ha jugado un papel protagónico en las campañas, y lo ha aceptado con estilo, en una señal de madurez.
Sólo fue titular en cuatro de los 13 partidos de Boca en la Libertadores esta temporada, aunque apareció en nueve en total y anotó tres goles. Pero ha demostrado, por sobre todas las cosas, ser el alma del equipo y la voz de los jugadores.
Cuando el bus de Boca fue atacado fuera del Monumental antes del finalmente suspendido partido de vuelta, Tévez fue el portavoz del equipo y presionó para que se cancelara el juego.
Es poco probable que esté en la formación que arrancará el domingo, pero nadie apostaría que no jugará en algún momento del partido, como lo hizo en el encuentro de ida cuando entró faltando 17 minutos para el final y casi lleva a su equipo a una victoria en el tiempo adicional.
"Sueño con poder darle una alegría a la gente", dijo Tévez. "Sigo soñando, sino estaría en casa disfrutando de la familia".
(Editado por Pablo Garibian)