De lejos, el Bestinver Bonos Institucional es el fondo de renta fija más arriesgado de entre los que ya gestionan, dada las características de los activos subyacentes que lo conformarán: bonos ‘high yield’, pero también deuda subordinada, que es aquella con preferencia de cobro posterior a los acreedores comunes. Se incluirán, según su folleto, bonos convertibles y CoCos (bonos convertibles contingentes). Estos bonos se emiten normalmente a perpetuidad y, de producirse la contingencia, se pueden convertir en acciones o aplicar una quita al principal del bono. Como máximo, un 20% de la exposición total del fondo será en renta variable, derivada de la conversión de estos últimos bonos.
Según un portavoz oficial de Bestinver, varios clientes institucionales expresaron a la gestora su voluntad de invertir en este tipo de deuda y que querían que fuese el equipo de Eduardo Roque el que gestionara el fondo en cuestión. Roque es el responsable de Renta Fija de la boutique, y en su equipo están Benito Artiñano (el primer gestor de bonos que tuvo Bestinver, un ex Fonditel), Joaquín Álvarez-Borrás (quien llegó desde Mutuactivos junto al propio Roque) y Miguel Molina (el último fichaje, ex Western Asset Management). Los gestores de bonos suponen ya casi una tercera parte del equipo de inversión de Bestinver, que asciende a 14 profesionales y está dirigido por Beltrán de la Lastra.