Este fondo, uno de los buques insignia de DWS (DE:DWSG), está gestionado por Christian Reiter, responsable de un patrimonio próximo a los 7.800 millones de euros, de los cuales más de 1.800 millones están colocados entre los inversores institucionales de España, según VDOS. En una entrevista para Bolsamanía, el gestor de la firma germana asegura que hay una verdadera “obsesión” por mejorar el perfil de rentabilidad de los fondos, especialmente entre los más conservadores, abocados por el BCE a los rendimientos planos o negativos durante unos cuantos años más. Pero en esta carrera por los tipos positivos, no todo vale. O no todo debería valer. “Si en mi fondo tuviera mucho ‘high yield’ y el ‘high yield’ empezara a deteriorarse [por ejemplo, con una mayor tasa de impago], tendría un gran problema, y no es lo que los inversores esperan de mí”, cree Reiter.
En el DWS Floating Rate Notes, los bonos de alto riesgo pueden llegar a suponer un 5% de la cartera como máximo. El gestor considera que se ha creado una bola de nieve sobre el ‘high yield’, y “si un gestor entra en estos activos, crea la necesidad en otros de entrar también”, lo que ha llevado a los expertos a alertar sobre una burbuja en el segmento de la deuda BBB, el escalón de rating que separa la inversión de calidad de la especulativa. Según Reiter, “si un gestor quiere ir al sector del ‘high yield’ con convicción, debería tener un fondo específico”, y no usar un fondo generalista de renta fija, más si es de corte ultraconservador, para llevarlo al borde del precipicio, donde solo vale la máxima de ‘ganar o morir’.