Por ejemplo, la rentabilidad del bono americano a 10 años superó el viernes el 4,5% por primera vez desde 2007; y el rendimiento del bund alemán rompió este lunes el 2,8%, marcando máximos de 12 años.
Tras las reuniones de septiembre del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed), los inversores están descontando la nueva orientación de tipos de interés 'más altos durante más tiempo', lanzada por ambas entidades en respuesta a una inflación más pegajosa de lo previsto, y a unas economías más resilientes de lo esperado.