Firmas como A&G Banca Privada, Abante Asesores o Diaphanum han sacado músculo en la presentación del libro ‘Historia de la banca privada en España: creadores de prosperidad’, coordinado y publicado por la primera de estas tres entidades. Frente a un próximo Gobierno que se antoja beligerante con los que más tienen, Alberto Rodríguez-Fraile, presidente de A&G, cree que el sector financiero tiene que explicar bien que “la banca privada tiene una función social”, ya que “el primer factor de prosperidad es el acceso a la financiación”. Como recuerda, “los países con bancos privados fuertes tienen un PIB per cápita fuerte, y no es casual”.
Uno de los puntos que han puesto sobre la mesa en los últimos años tanto el PSOE como Unidas Podemos es reformar el régimen de las sicav y devolver la inspección de sus accionistas a Hacienda, un órdago en toda regla contra las grandes fortunas en uno de sus vehículos de inversión predilectos. Otro de los puntos calientes es subirles los impuestos a los altos patrimonios. A este respecto, Santiago Satrústegui, presidente de Abante, avanza que “si el Gobierno sube impuestos o no deja que los mercados actúen llevando la financiación a los proyectos donde debe llegar, entonces la banca privada será más necesaria que nunca”, porque servirá para preservar el capital existente y corregirá parcialmente la disfunción que la coalición de izquierdas generará en la economía, creando más capital.