El sector está de enhorabuena porque ha cerrado con récord histórico de patrimonio, en los 276.557 millones (un 7,4% superior), y también de rentabilidad, que en promedio ha alcanzado el 7,2%.
Todas las categorías de activos han acabado en positivo, salvo los fofil (los fondos de fondos de inversión libre), y los fondos que más han subido son los de renta variable estadounidense, en el 26,5%. Los que invierten en acciones europeas, emergentes y japonesas también se han revalorizado en niveles de dos dígitos, entre un 21,4% y un 20,1%. La categoría más conservadora de todas, la de los fondos monetarios, ha logrado no cerrar en negativo a pesar de los tipos bajos, con un 0,01% en promedio.