La justificación de esta decisión está, según el comunicado, en “optimizar la gestión de las IIC propias de Crèdit Andorrà, y diversificar la capacidad de inversión para sus clientes”. No obstante, “ambas entidades continúan colaborando estrechamente, con el foco puesto, como siempre, en ofrecer el mejor servicio y productos a todos los clientes, incluidos los de Crèdit Andorrà, interesados en una gestión de valor”.
La sicav tiene más de 290 millones de euros en activos bajo gestión, según Morningstar, aunque fuentes del mercado han apuntado en anteriores ocasiones que este mandato llegaba incluso hasta los 800 millones. Este año, la sicav sube un 1,2%, pero en 2018 perdió un -37,3%, afectada especialmente por la caída de Aryzta (SIX:ARYN), una de las principales posiciones de Paramés en su cartera internacional.