Para que una sicav sea verdaderamente colectiva, según la normativa, debe contar con, al menos, 100 accionistas. Y para que sea traspasable fiscalmente, con 500 accionistas. Sin embargo, una gran cantidad de sociedades de este tipo pertenecen a un solo inversor o a una única familia inversora. Pero salvan los muebles gracias a la práctica de los ‘mariachis’ o los ‘hombres de paja’, pequeños accionistas de relleno que no tienen vocación de invertir ni de ejercer sus derechos sobre la sociedad y que solo sirven para darle viabilidad a la sicav en cuestión.
Según las últimas estadísticas sobre IIC de la CNMV, hasta 1.983 sicav tienen menos de 150 accionistas, estando el grueso de ellas (1.912) entre los 100 y los 150. Cumplen por muy poco el mínimo requerido, y es donde más se enfocarán los inspectores de la Agencia Tributaria.