Isabel Saco
Ginebra, 27 may (EFE).- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) elegirá mañana entre nueve candidatos de igual número de países a su décimo secretario general y sucesor del chileno Juan Somavia, quien ha ocupado este puesto durante los últimos trece años.
Somavia se retira por voluntad propia un año antes de que expire su tercer mandato y ha adelantado que piensa regresar a residir en su país y dedicarse a cuestiones de política internacional.
De los candidatos en liza, cinco han sido presentados por países en desarrollo: Colombia apoya a su vicepresidente Angelino Garzón; Níger propone a quien fuese su primer ministro entre 1997 y 2000, Assane Mayaki Ibrahim; y Senegal presenta al actual responsable del sector de protección social de la OIT y tres veces ministro en su país, Assane Diop.
Benín avala a Charles Dan, quien es director regional para África de la OIT; y Malasia propugna la candidatura de Jomo Kwame Sudaram, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales.
En un segundo bloque están los candidatos de los países desarrollados, con Ad Melkert y Mona Sahlin, quienes han sido ministros de Trabajo de Suecia y Holanda, respectivamente, y cuentan con el apoyo de sus gobiernos, y compiten con el francés, Gilles de Robien, quien estuvo a cargo de las carteras de Transportes y Educación durante el Gobierno de Jacques Chirac.
El único candidato que no ha sido presentado por un gobierno, sino por los sindicatos, es el británico Guy Rider, responsable del Departamento de Normas de la OIT.
Cada uno de ellos ha hecho llegar a los estados miembros de la OIT una declaración de intenciones en la que explican porqué desean dirigir la organización, y ofrecen las líneas generales de las que serían sus prioridades en caso de ser elegidos.
A finales de marzo, los nueve tuvieron la posibilidad hacer una exposición de esos planes en dos días de sesiones a puerta cerrada.
También en privado se celebrará la elección de mañana en la OIT, una institución que, a raíz de la severidad de la crisis económica y de la ola de desempleo en Europa, ha reforzado su imagen entre los analistas internacionales como foro legítimo para promover iniciativas dirigidas a promover una nueva fase de creación de empleo en condiciones de dignidad.
La decisión de quién dirigirá la entidad durante los próximos cinco años será del Consejo de Administración de la OIT, su órgano ejecutivo y que está compuesto por 56 miembros: 28 representantes de gobiernos, 14 de empleadores (patronales) y 14 de empleados (sindicatos).
En esta instancia, sin embargo, 10 de los lugares reservados a los gobiernos tienen nombre propio y corresponden a los países más importantes en términos industriales: Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia.
La votación será secreta y se realizará en rondas, al término de cada cual se eliminará al candidato que haya obtenido el menor número de votos.
No se descarta que a última hora se formen alianzas regionales (podría ocurrir en el caso de los candidatos africanos) o que alguno se retire para apoyar a otro aspirante.
Las especulaciones son numerosas y variadas, pero en lo que distintos observadores coinciden es en que la OIT debería quedar en manos del representante de algún país en desarrollo, como una suerte de contrapeso a instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional que, por tradición, son dirigidas por un estadounidense y europeo, respectivamente. EFE