Por Suleiman Al-Khalidi
AMÁN (Reuters) - El Gobierno sirio atacó el sábado con cazas y artillería posiciones rebeldes en suburbios del este de Damasco, un día después de un cese al fuego mediado por Rusia con un grupo rebelde en el último enclave opositor en la capital, dijeron rebeldes y testigos.
El Ministerio de Defensa ruso informó el viernes que había llegado a un acuerdo de cese al fuego -que entró en vigor a las 1800 GMT- con Failaq al Rahman, el principal grupo del Ejército Libre Sirio que es el blanco en una ofensiva de dos meses del Ejército sirio en el distrito de Jobar y la localidad cercana de Ain Tarma.
Un portavoz de Failaq al Rahman afirmó que Jobar, localizada a 2 kilómetros al este de la muralla de la Ciudad Vieja, y la cercana Ain Tarma, en el borde de Ghouta oriental, fueron blancos de ataques y bombardeos del Ejército poco después de que entrara en vigor el cese al fuego.
"Después de las primeras horas ... hubo muchas violaciones. A Medianoche lanzaron barriles explosivos y a partir de la mañana ha habido ataques en toda Ghouta", declaró el portavoz del Ejército Libre de Siria, Wael Alwan.
Al menos cinco civiles murieron en los poblados de Hamouriya y Zalamka y los combatientes dijeron que había varios casos de ahogos por cohetes llenos de cloro que fueron disparados en Jobar y Ain Terma, agregó.
El Ejército sirio no ha comentado sobre el más reciente acuerdo ruso con Failaq al Rahman, al que considera un grupo terrorista que amenaza a la capital. Sin embargo, afirma que respeta las treguas mediadas por Moscú.
Muchos combatientes recibieron con beneplácito el acuerdo de alto al fuego para ayudar a aliviar la grave situación de civiles afectados por ataques aéreos, pero siguen siendo escépticos sobre la disposición de Rusia a hacer que el Ejército sirio cumpla con los términos del cese de enfrentamientos en varias zonas de pacificación que Moscú ya había anunciado.
Superados en número y poderío armamentístico, los rebeldes locales han cavado sofisticados túneles y han realizado emboscadas que repelieron reiterados intentos de entrar a su bastión, provocando decenas de bajas en el Ejército sirio desde que comenzó la campaña.