Atenas, 16 ene (EFE).- Cuando falta poco más de una semana para las elecciones anticipadas en Grecia, el izquierdista Syriza se ha enzarzado en un debate con el Gobierno sobre cómo solucionar los problemas de liquidez que se pueden plantear en los próximos meses, una vez concluya la prórroga del rescate a finales de febrero.
Después de proponer Syriza la emisión de letras del Tesoro como instrumento para salir del paso en el caso de una necesidad inmediata de financiación -en marzo Grecia debe afrontar pagos por 5.000 millones en créditos y vencimientos de bonos- ahora una candidata ha asegurado que se podrían imprimir billetes.
La exdiputada de la derecha nacionalista y ahora candidata por Syriza Rajil Makrí aseguró ayer en una entrevista que "Grecia puede, en el marco del mecanismo de asistencia a la liquidez (ELA en inglés) imprimir hasta 100.000 millones de euros", desatando con ello no solo fuertes críticas entre los demás partidos, sino también la desaprobación del propio Syriza.
"No se discute la impresión de billetes", comentó la oficina de prensa de Syriza.
La emisión de billetes de euros es prerrogativa del BCE y los bancos centrales de los estados miembros de la eurozona tienen derecho a imprimir solo billetes de hasta 20 euros, en cantidades fijadas por el BCE.
Makrí insistió hoy en un comunicado en que "en la ELA los bancos centrales de los Estados miembros de la eurozona tienen derecho a imprimir billetes".
Todo esto se produce tan solo unos días después de que Syriza asegurara que una vez finalice el rescate en marzo, Grecia puede emitir letras del Tesoro aunque no haya llegado todavía a ningún acuerdo con los acreedores.
El ministro de Finanzas, Gikas Jardúvelis precisó en un comunicado que "el Gobierno griego no tiene derecho de recurrir a la emisión de nuevas letras de Tesoro sin el acuerdo previo del BCE".
"El techo de la deuda estatal griega en letras de Tesoro es de 15.000 millones de euros y este límite fue alcanzado el pasado diciembre", añadió el ministro.
Jardúvelis destacó además que debido a la incertidumbre política, "solo los bancos griegos compran letras de Tesoro" y que la colocación eventual de nuevas letras de Tesoro sin el acuerdo de la BCE "absorbería toda la liquidez disponible".