Tokio, 31 oct (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy plana por segundo día consecutivo desanimada por las pérdidas de Wall Street y por el inmovilismo del Banco de Japón, que decidió dejar intacta su política monetaria.
El índice Nikkei registró un retroceso de 0,06 puntos, un 0,00 por ciento, hasta situarse en 22.011,61 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 4,88 puntos, un 0,28 por ciento, hasta situarse en 1.765,96 unidades.
El parqué tokiota llegó a caer más de 170 puntos al arranque de la sesión por el pesimismo generado en Wall Street ante los problemas de la prometida reforma fiscal en Estados Unidos y la inestabilidad que genera la presunta injerencia rusa en las elecciones estadounidense.
Los inversores, al igual que la víspera, optaron además por recoger beneficios después de la histórica racha alcista que vivió el Nikkei hasta la semana pasada.
Tampoco ilusionó mucho a los inversores la previsible decisión del Banco de Japón de dejar intacto su plan de flexibilización monetaria tras su reunión mensual.
El emisor nipón además volvió a recortar su previsión de inflación para este ejercicio y la dejó en 0,8 por ciento para el actual año fiscal, que terminará el 31 de marzo de 2018, lo que supone tres décimas menos que su cálculo anterior.
Las compañías exportadoras sufrieron la firmeza del yen frente al dólar estadounidense y el fabricante de vehículos Toyota (T:7203) cayó un 1,2 por ciento, mientras que el gigante de la electrónica Panasonic (T:6752) se dejó un 0,5 por ciento.
Por su parte, el gigante de los videojuegos Nintendo (T:7974) subió un 2,2 por ciento después de duplicar su facturación por ventas y ganar un 34,5 por ciento interanual más en el primer semestre gracias al éxito continuado de la consola Nintendo Switch y de sus juegos.
En la primera sección, 1.073 valores cerraron al alza frente a los 864 que retrocedieron, mientras que 94 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 3,529 billones de yenes (26.806 millones de euros), frente a los 4,037 billones de yenes (30.551 millones de euros) de la víspera.