Investing.com - El consejo de administración de DIA (MC:DIDA) aguarda nuevos movimientos. Los inversores, mientras, no saben qué hacer con las acciones. Es normal. Los títulos de la cadena de distribución se han convertido en una montaña rusa y la volatilidad es el santo y seña de la cotizada.
No obstante, a DIA no se le está dando del todo mal su nuevo hogar (Mercado Continuo) y desde que comenzase a cotizar el 24 de diciembre en el Mercado Contunuo, sus acciones se han revalorizado un 22%, con un precio de 0,44 euros.
Con este panorama, el mercado, la competencia y los analistas no quitan ojo a la situación de DIA, una vez que ha renegociado su deuda con los bancos y busca una ampliación de capital -que debe ser aprobada por la junta general de accionistas-. Así, se antojan varios escenarios que se han puesto sobre la mesa.
Una OPA de Fridman que nunca llega
En teoría, la operación más lógica es que el magnate ruso -a través de LetterOne- dé el salto definitivo para controlar la cadena de supermercados. De momento, ha habido mucho ruido y nada de nueces. No obstante, los últimos movimientos en la cúpula hacen indicar que la OPA podría estar cerca.
Cabe recordar que Fridman ya controla a través de su fondo el 29% del capital, lo que lo sitúa a las puertas del 30% que le obligaría a lanzar una OPA, según establece la ley. De hacerlo, lo haría en el momento crucial de DIA: la próxima ampliación que se ejecuta en marzo por un valor de 600 millones de euros. A pesar de que el máximo accionista se ha mostrado contrariado con la ampliación, esta medida sería la llave que permita a Fridman controlar DIA sin la obligación de tener que lanzar una oferta de aquisición.
Según se establece en la ley de OPAs, ésta exime realizarla cuando la viabilidad financiera de la empresa “esté en peligro grave e inminente, aunque no esté en curso”. Además, debe “garantizar la recuperación financiera de la sociedad a largo plazo”.
Ampliación de capital… y todo sigue igual
La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings, en un informe recientemente publicado, consideraba “necesaria” una ampliación de capital en DIA en el actual contexto de dificultades que atraviesa la compañía de distribución minorista. De hecho, solo hay que recordar que la nota de solvencia de la empresa ha caído a 'CCC+' desde 'BBB-' en un período de apenas cinco meses.
"Lo que interesa de la compañía es si se va a hacer o no la ampliación de capital, que es necesaria, y si va a poder pagar los bonos que vencen este verano", indican desde S&P
En este sentido, subrayan que lo importante no es que esta ampliación "la haga un equipo directivo u otro", en referencia a que la aparente lucha entre diferentes facciones que hay en el seno de la compañía no es lo que interesa a la agencia.
Con ello, la agencia deja deslizar otro de los escenarios: que haya una ampliación de capital, pero que LetterOne no entre de lleno en el accionariado. Algo difícil de pensar cuando el ruso Fridman lleva tanto tiempo dentro de DIA y poniendo a sus hombres de confianza dentro de los puestos clave de la directiva.
Caballero Blanco
Es la tercera opción para el futuro de DIA: que un caballero blanco entre en la compañía e intente salvar la delicada situación en la que se encuentra. Y caballeros, precisamente, no faltan. O al menos, para los analistas.
"En última instancia, el destino de DIA podría estar en manos de Mercadona". Así finalizaba el informe que realizaron los analistas de JP Morgan (NYSE:JPM) acerca de la compañía puesto que la situación la tilda de “mala” por su pésima ejecución y su “estrategia equivocada”. Para los expertos, la distribuidora de alimentación está en “riesgo” de compra.
Además, los expertos indican que DIA tiene un "pésimo historial de gestión anterior", con cuatro recortes de sus previsiones de ganancias en cuatro años, y un apalancamiento que se ha multiplicado por tres.
Otro de los caballeros que más ha sonado es Carrefour (PA:CARR). La familia Bountoux, tal y como informaba El Confidencial hace escasos días, estos inversores ya se habrían puesto en contacto con la compañía para acudir a la ampliación de capital que prepara por 600 millones de euros.
Pero existe un antecedente: Carrefour ya se lanzó a por DIA en Francia y le salió el tiro por la culata. La cadena gala compró las tiendas de la española, pero el CEO de la compañía, Alexandre Bompard, ha reconocido abiertamente el fracaso de la compañía tras haber comprado a DIA sus tiendas en Francia.
Y es que, de los 800 establecimientos que Carrefour adquirió a DIA en 2014, casi 300 tienen pérdidas. Bompard dijo que 273 establecimientos han producido 150 millones de pérdidas durante 2017 y Carrefour parece haberlo dejado por imposible.