Copenhague, 18 may (.).- El mar del Norte quiere convertirse en la "central energética verde" de Europa en tres décadas impulsando la energía eólica marina, según el compromiso acordado este miércoles en la cumbre celebrada en la localidad danesa de Esbjerg por los jefes de Gobierno de Dinamarca, Alemania, Holanda y Bélgica.
Los cuatro países quieren alcanzar en 2030 una producción de 65 gigavatios (GW) y, en 2050, los 150 gigavatios (GW), lo que supondría multiplicar por diez la capacidad actual y proporcionar electricidad a 230 millones de hogares europeos.
Esa cifra equivaldría además a la mitad del objetivo marcado en energía eólica para ese año por la Comisión Europea (CE), con el propósito de que el continente sea neutral en emisiones de gases contaminantes.
El compromiso es un paso más en los esfuerzos de la Unión Europea (UE) para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sobre todo de Rusia, e impulsar el desarrollo de las energías renovables para tener mayor resistencia energética, según consta en la denominada declaración de Esbjerg.
"En Europa estamos afrontando algunos retos que afectan a nuestras economías y nuestra seguridad. Este es un paso importante para hacerles frente", dijo en rueda de prensa conjunta la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
Frederiksen, que ejerció de anfitriona de la cumbre, resaltó la importancia de trabajar hacia un sistema energético más integrado y de contribuir a una UE neutral desde el punto de vista climático y a la seguridad energética, ideas en las que también incidió la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, también presente en Esbjerg.
"Cuanto más interdependientes seamos en Europa, más independientes seremos de Rusia", afirmó Von der Leyen.
La presidenta de la CE calificó el acuerdo de "compromiso político muy fuerte" y resaltó que el momento de aumentar la inversión en energía eólica es "ahora".
UNA RED EUROPEA INTERCONECTADA
La bautizada como "planta energética verde europea" consistirá en múltiples proyectos eólicos marinos y centros conectados entre sí, producción a gran escala, así como interconectores de electricidad e hidrógeno verde.
"Aspiramos a una construcción rentable de energía eólica marina que recogerá el potencial del mar del Norte de la forma más beneficiosa tanto para los países conectados como para la Unión Europea en su conjunto", consta en la declaración.
Los firmantes abren las puertas a otros países de la denominada Cooperación Energética del Mar del Norte (NSEC, por sus siglas en inglés), que incluye también a Francia, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia, aparte de la propia CE.
"No es solo una declaración, sino también una caja de herramientas para lo que tenemos que hacer y haremos en el próximo periodo", dijo el canciller alemán, Olaf Scholz.
El primer ministro belga, Alexander de Croo, resaltó también que se trata de un compromiso muy preciso que busca "liberar el potencial del mar del Norte" y que contribuirá a bajar los precios de la energía, reducir las emisiones de CO2 y la dependencia energética de algunos países, además de darle un impulso a la industria eólica.
NUEVO PLAN EUROPEO PARA ENERGÍAS RENOVABLES
El compromiso anunciado por los cuatro países, que culminó una minicumbre a la que asistieron también sus respectivos ministros de Energía y empresarios del sector, coincidió con la presentación en Bruselas unas horas antes del plan "Repower EU", que busca elevar el objetivo de energías renovables al 45 %, desde el 40 % fijado en la actualidad.
El plan presentado en Bruselas aspira también a que la eficiencia energética alcance el 13 %, cuatro puntos más, e incluye otros objetivos como duplicar la capacidad de energía solar fotovoltaica instalada en la UE hasta los 600 gigavatios (GW), doblar el despliegue de bombas de calor y alcanzar las 20 millones de toneladas de hidrógeno renovable para 2030.
Bruselas calcula que será necesario invertir 210.000 millones de euros los próximos seis años, por encima de los 195.000 millones que aparecían en borradores de la nueva hoja de ruta energética de la Comisión.
La CE cree además que hará falta invertir 210.000 millones de euros para acabar con la dependencia energética del bloque de los combustibles fósiles de Rusia, un objetivo que la UE se ha marcado a raíz de la guerra en Ucrania, de los que 86.000 millones serán necesarios para acelerar el despliegue de renovables y 27.000 para infraestructuras "clave" de hidrógeno.
(Recursos de archivo en la fototeca.com: Cód. 7300492 y otros)