Beirut, 29 mar (.).- El presidente sirio, Bachar al Asad, relevó este miércoles a cinco ministros de su Gobierno, en una remodelación centrada en las carteras económicas en medio de la grave crisis que vive el país desde hace más de tres años, informó la agencia oficial de noticias siria SANA.
El máximo mandatario sirio emitió un decreto presidencial por el que nombra a Firas Hassan Kaddour, quien ha ocupado varios cargos directivos en empresas petroleras del país, como nuevo ministro de Petróleo y Recursos Minerales, de acuerdo con el medio oficial.
En los últimos meses, Siria ha vivido una grave escasez de carburantes y otros derivados del petróleo, que importa principalmente de su aliado Irán debido a las sanciones internacionales contra Damasco, entre ellas una prohibición explícita de proporcionarle crudo.
La mayoría de los yacimientos en territorio sirio están, además, ubicados en zonas del noreste del país que escapan al control del Gobierno.
El decreto también otorga el Ministerio de Comercio Interior a Mohsen Abdel Karim, hasta ahora al frente de un departamento que regula las actividades comerciales relacionadas con metales y materiales de construcción; y el de Industria al ingeniero y académico Abdel Qader Jokhadar.
Según SANA, la cartera de Asuntos Sociales y Trabajo ha ido a parar a manos de Louay Emad al Munajid, exasesor de varias instituciones gubernamentales, mientras que el abogado y parlamentario Ahmed Bostechi será viceministro en un departamento que no especificó.
Al Asad retiró de su puesto como viceministro a Mohamed Fayez al Barasha, objeto de sanciones por parte del Consejo Europeo.
El país árabe está sumido en una grave crisis económica tras cerca de doce años de conflicto armado y diversos golpes a sus mercados, entre ellos la pandemia del coronavirus y la guerra de Ucrania, que involucra a uno de sus principales socios comerciales, Moscú.
Los terremotos que devastaron varias zonas de Siria el pasado 6 de febrero han agravado la situación en la nación, donde el 90 % de la población vive en la pobreza.
Desde la tragedia, Al Asad protagoniza también un aparente acercamiento al mundo árabe, buena parte del cual le había condenado al repudio debido a su brutal represión de las protestas iniciadas en 2011 contra su Gobierno y que posteriormente dieron lugar al conflicto armado.