Por Michelle Nichols y Angus McDowall
NACIONES UNIDAS/BEIRUT (Reuters) - El embajador de Siria ante Naciones Unidas dijo que un equipo de seguridad de la ONU viajó a la ciudad siria de Duma, antes de una visita planeada el miércoles por expertos mundiales en armas químicas para investigar el presunto uso de gas venenoso, lo que provocó como represalia un ataque liderado por Estados Unidos.
Los países occidentales dicen que decenas de civiles que se refugiaban de las bombas fueron víctimas de un lanzamiento del gas tóxico en Duma el 7 de abril. Siria y su aliado Rusia niegan que haya tenido lugar un ataque químico.
"Hoy el equipo de seguridad de la ONU entró en Duma (...) para evaluar la situación en el terreno y si este equipo decidió que la situación es sólida en Duma, la misión de investigación comenzará su trabajo mañana", dijo el martes el embajador sirio ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Bashar Ja'afari.
La televisión estatal siria dijo antes que expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por su sigla en inglés) habían entrado en Duma.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que estaba al tanto de las inforamaciones sirias de que los inspectores de la OPCW habían podido ver la ciudad, pero "tenemos entendido que el equipo no ha entrado en Duma". Una fuente diplomática en La Haya, donde tiene su sede la OPCW, dijo que los expertos no habían entrado en Duma.
Francia dijo que era muy probable que la evidencia del ataque con gas venenoso estuviera desapareciendo antes de que los inspectores llegaran al lugar.
Duma está ahora en manos de fuerzas gubernamentales después de que los últimos rebeldes se retiraran justo horas más tarde de que fuerzas estadounidenses, francesas y británicas lanzasen más de 100 misiles contra tres supuestos sitios de desarrollo y almacenamiento de armas químicas.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo el martes al Consejo de Seguridad que no tenía sentido establecer una nueva investigación para determinar la culpa de los ataques con armas químicas en Siria porque Washington y sus aliados ya habían actuado como jueces y verdugos.
Los ataques aéreos del sábado fueron las primeras incursiones occidentales coordinadas contra el gobierno del presidente Bashar el Asad, en una guerra de siete años que ha provocado la muerte de más de 500.000 personas e involucrado a potencias globales y estados vecinos.
La intervención amenazó con escalar la confrontación entre Occidente y Rusia, pero no ha tenido un impacto significativo en el terreno, donde Asad está ahora en la posición más fuerte desde los primeros días de la guerra y no muestra señales de aminorar su campaña para derrotar a los rebeldes.