Tokio, 21 sep (.).- El Banco de Japón (BoJ) decidió hoy mantener intacto su programa de flexibilización monetaria, que busca lograr una subida estable de precios de en torno al 2 % para cerrar en torno a 2019 la espiral deflacionaria que arrancó hace una década.
Los miembros de la junta de política monetaria aprobaron al término de su junta mensual de dos días mantener el volumen de compras de bonos del Gobierno nipón con el objetivo de mantener el bono a 10 años, el referencial para los tipos a largo plazo, en torno al 0 %.
La entidad también mantendrá en el -0,1 % el tipo a corto plazo que aplica a determinados depósitos que los bancos nipones tienen contratados con la entidad, de cara a evitar el apalancamiento de capitales y a estimular el crédito.
Además de no tocar su política para controlar la curva de rendimientos, el banco central de Japón tampoco alterará su programa masivo de compra de activos aprobado en 2013 con el objetivo de lograr su ansiada meta inflacionaria del 2 %.
Por ello, seguirá adquiriendo fondos cotizados e inmobiliarios para que su cartera engorde a un ritmo anual de 6 billones y 90.000 millones de yenes (44.896 y 673 millones de .377 y 800 millones de dólares), respectivamente.
También seguirá incrementando el valor de su portafolio en lo que respecta a bonos corporativos a corto y largo plazo a un ritmo anual de 2,2 y 3,2 billones de yenes (16.463 millones y 23.952 millones de .570 y 28.467 millones de dólares), respectivamente.
Ocho de los nueve miembros de la junta de política monetaria votaron a favor de estas medidas, mientras que fue Goushi Kataoka, la incorporación más reciente al órgano, el único que votó en contra.
El economista de 44 años, miembro del BoJ desde julio, considera que los actuales esfuerzos de flexibilización de la entidad no son suficientes para lograr la inflación del 2 % para 2019 al tener en cuenta el exceso de masa de capital y la rigidez del mercado laboral que experimenta Japón.
De este modo, Kataoka también se opuso a la postura del BoJ con respecto a la perspectiva inflacionaria, que la entidad considera que se encuentra en "una tendencia al alza".
En términos generales, el BoJ considera que la tercera economía mundial mantendrá una "expansión moderada".
La entidad emisora estima que la inversión de capital está en un momento de crecimiento moderado, al igual que las exportaciones, y que el consumo privado, principal pilar de la economía nipona, ha incrementado su solidez, al tiempo que la inversión pública ha aumentado y la inversión inmobiliaria se mantiene plana.