La matriz de Google, Alphabet (GOOGL), redujo significativamente su participación en la empresa de ciberseguridad CrowdStrike (CRWD) antes de que se produjera una interrupción generalizada causada por una actualización del software, según indica un documento regulatorio publicado el viernes.
La corporación redujo su número de acciones a 427.895 acciones de clase A de un total original de 855.789 acciones a 30 de junio, según el documento.
El precio de las acciones de CrowdStrike bajó un 2,5% en las operaciones previas a la apertura del mercado.
La interrupción generalizada de los servicios tecnológicos el mes pasado, que se produjo después de que CrowdStrike lanzara una actualización de su software, interrumpió los sistemas informáticos en todo el mundo, afectando a sectores como la sanidad, las finanzas y el transporte aéreo.
CrowdStrike ofreció orientación para solucionar los fallos, pero los especialistas observaron que devolver los sistemas al funcionamiento normal requeriría tiempo, ya que implicaba la eliminación manual del código incorrecto.
Los especialistas comentaron que la actualización periódica de CrowdStrike de su popular software de ciberseguridad parecía carecer de pruebas exhaustivas antes de su lanzamiento, como informó Reuters el mes anterior.
La iteración más reciente de su software de sensores Falcon pretendía mejorar la protección frente a accesos no autorizados y violaciones de datos mediante la actualización de sus mecanismos de defensa. Sin embargo, un error en los archivos de actualización desencadenó una de las interrupciones tecnológicas más importantes de la historia reciente para las empresas que utilizan el sistema operativo Windows de Microsoft (NASDAQ:MSFT).
Los problemas se hicieron evidentes poco después de la introducción de la actualización el viernes, y los usuarios compartieron imágenes en las redes sociales de pantallas de ordenador que mostraban pantallas azules de notificación de errores, también conocidas como "pantallas azules de la muerte".
Un analista de seguridad especializado en amenazas a sistemas operativos identificó el fragmento de código específico que causó la interrupción.
"El problema estaba en un archivo que incluía configuraciones o patrones de detección", aclaró el analista. Estos patrones de detección son secuencias de código que identifican formas particulares de software dañino o malware.
Según la empresa Parametrix, especializada en riesgos de computación en nube, la interrupción provocó pérdidas financieras directas de 5.400 millones de dólares. El sector sanitario fue el más afectado, con pérdidas por valor de 1.900 millones de dólares, mientras que el sector financiero sufrió pérdidas por valor de 1.400 millones de dólares. Se prevé que cada empresa de los sectores afectados se enfrentará a un impacto financiero medio de 43,6 millones de dólares.
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