Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 25 jul (EFE).- En el último día de la semana laboral, ninguna empresa anunció resultados, pero dos de las que lo hicieron tras la campana de cierre en la jornada precedente, Visa y Amazon, se bastaron y sobraron para lastrar la actuación de los tres índices principales de Wall Street.
El Dow Jones bajó casi 125 puntos y abandonó la barrera de los 17.000 enteros, el S&P 500 perdió la posibilidad de encadenar su tercer récord consecutivo y el Nasdaq descendió medio punto porcentual.
Y así, Visa y Amazon demostraron tener para los inversores más peso que Ucrania y Gaza, que a principios de semana hicieron titubear pero no tambalear al parqué.
Y es que la entidad emisora de tarjetas de crédito y débito golpeó de manera doble al Dow Jones y al S&P 500, pues pertenece a ambos, al cerrar con un descenso del 3,58 % y liderar las pérdidas en el principal indicador de Wall Street, después de anunciar el jueves unos resultados no necesariamente negativos, pero sí decepcionantes por las perspectivas que se arrojaron sobre la firma.
Sin embargo, sus cifras fueron "pecata minuta" en comparación con el caso de Amazon, también con doble impacto al ser una de las 500 empresas que conforman el selectivo S&P sin dejar de ser uno de los principales valores del índice compuesto del mercado Nasdaq.
El jueves anunció unas más que preocupantes pérdidas de 126 millones de dólares en el último trimestre y hoy, en sus cotizaciones, eso se tradujo en pérdidas de un 9,65 %, o lo que es lo mismo, 34,6 centavos de dólar por título. Malos tiempos para el gigante del comercio online.
De esta manera, la semana acabó con su jornada más roja. Atrás quedaban dos récords consecutivos para el S&P 500 (que lleva ya 27 en lo que va de año), en un Dow Jones que parecía ya establecido en los 17.000 enteros y con unos mercados que se sintieron fuertes ante la crisis internacional.
Aun con todo, los analistas aseguraron que el índice S&P 500 no solo superará los 2.000 puntos en breve, tal y como lleva intentando en los últimos meses, sino que auguraron que, en 12 meses, rondará los 2.300.
Y el único dato macroeconómico de relevancia en la jornada fue positivo: los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de Estados Unidos aumentaron un 0,7 % en junio, empujados por un aumento en los encargos de bienes de capital que indican una mayor inversión de las empresas.
Así que, si bien hoy los operadores de bolsa se lamentaron, fue un berrinche pasajero a la espera de que llegue otra empresa con cifras más halagüeñas. American Express, Exxon Mobil, Mastercard, American Express, Merck, Pfizer o UPS serán algunas de las que la semana que viene marcarán el estado de ánimo en Wall Street.
Nuevos caramelos para unos inversores que hoy lloraban porque les habían "robado" dos de sus dulces favoritos.