México, 31 jul (EFE).- Los robos de combustibles mediante tomas
clandestinas en la red de ductos de la estatal Petróleos Mexicanos
(Pemex) durante 2008 supusieron una pérdida de 9.300 millones de
pesos para esa empresa (unos 700 millones de dólares), informaron
hoy fuentes oficiales.
Pemex precisó que del total de pérdidas, unos 5.800 millones de
pesos (unos 440 millones de dólares) correspondieron a los robos de
gasolinas y otros combustibles extraídos en tomas clandestinas, y
los restantes 3.500 millones (unos 260 millones de dólares) fueron
hurtos de productos condensados que se obtienen en la extracción del
gas natural.
Pemex recordó que desde 2007 había solicitado a las autoridades
federales atender el problema del robo de combustibles e investigar
el mercado ilegal de estos productos, por lo que se comenzaron a
aplicar diversas medidas y estrategias de prevención.
Entre esas medidas se incluyeron mayores controles al manejo de
productos y documentación, supervisión a contratistas, creación de
puestos móviles de seguimiento y vigilancia en las rutas de
transporte, entre otras.
También se han organizado operativos de vigilancia permanente en
las regiones donde se extraen y transportan condensados.
La petrolera dijo que estas medidas permitieron desarticular una
red de lavado de dinero que operaba en el norte de México a la que
se le congelaron cuentas por unos 102 millones de dólares.
Pemex agregó que gracias a estas acciones se ha reducido en un
95% el robo de combustibles y se logró el desmantelamiento de la
banda y se decomisó un elevado número de camiones cisterna que eran
usado en el transporte de combustible robado.
También se detectaron y clausuraron 396 tomas clandestinas, y se
logró la identificación de las principales organizaciones delictivas
en las zonas de mayor actividad de robo de combustibles en los
estados de Veracruz, Nuevo León y en el valle de México.
Asimismo, se desmantelaron bodegas de almacenamiento y
distribución de productos refinados en la zona metropolitana de
Ciudad de México, entre diversas medidas.
La empresa reconoció que las investigaciones mostraron que
"lamentablemente pudiera haber complicidad" de trabajadores y
empleados de Pemex, por lo que fue indispensable la toma de las
instalaciones de "la Gerencia de Seguridad Física de la empresa" el
pasado 29 de julio.
Ese día agentes policiales tomaron el control del área de
seguridad interna de la compañía y confiscaron todos los equipos de
cómputo y documentos de esta oficina ubicada frente a la sede
central de la empresa en Ciudad de México. EFE.