Madrid, 12 ene (.).- La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) ha dicho que la subida del Impuesto de Hidrocarburos en 3,8 céntimos por litro al diésel, recogida en los Presupuestos del Estado, es una "vuelta más de tuerca" contra ese tipo de vehículos y estrangulará el mercado de vehículo de ocasión.
Ancove ha solicitado hoy al Gobierno en un comunicado que estudie y apruebe, a la mayor brevedad, un plan de transición para el vehículo de segunda mano con el fin de evitar que se paralice el mercado.
En su opinión, la subida de ese impuesto provocará un "estrangulamiento" del mercado de vehículos de ocasión, ante la falta de unidades de gasolina y de gas y de híbridos y eléctricos en el mismo.
La asociación ha recordado que el mercado de vehículos de ocasión sigue siendo mayoritariamente diésel y estos coches representaron un 65 % del total de las ventas el año pasado.
Sin embargo, los "mensajes negativos contra el diésel que se están lanzando desde las distintas administraciones" están transformando la demanda y los diésel, aunque crecen, lo hacen en menor medida, por debajo de la media del mercado, que aumentó el pasado año un 6,6 %, según Ancove.
Las compras de coches diésel aumentaron un 4,4 %, frente al 9,8 % en que se incrementaron las de los de gasolina.
Además, la escasez de coches de gasolina o de gas de menos de un año hace que la mayoría procedan del alquiler o sean de los comercializados como kilómetro cero, que son mucho más caros, lo que no encaja bien con el perfil del comprador de vehículo de ocasión.
Según Ancove, la decisión de subir el impuesto al diésel tiene una "transcendencia mortal" sobre el mercado del vehículo de ocasión, pues hasta el momento sólo se había visto afectado en las grandes ciudades por las restricciones de circulación, pero no en las urbes medianas y pequeñas ni en el entorno rural.
La asociación espera que en el trámite parlamentario de los Presupuestos no salga adelante la subida del Impuesto de Hidrocarburos para el diésel.
No obstante, Ancove dice que, pese al incremento previsto, el diésel sigue siendo cinco céntimos y medio barato que la gasolina: 41,7 céntimos el litro de diésel frente a 47,2 la gasolina.