Por Howard Schneider
JACKSON HOLE EEUU (Reuters) - El Banco de Japón podría seguir aplicando su agresiva política de alivio cuantitativo por "algún tiempo" para derrotar por completo a la deflación, dijo el sábado el gobernador del banco central del país, Haruhiko Kuroda.
En declaraciones en un simposio de banqueros centrales en Jackson Hole, Estados Unidos, Kuroda consideró efectivos los esfuerzos del BoJ (por sus siglas en inglés) para superar la deflación estimulando la economía japonesa con compras de activos a gran escala.
Agregó, sin embargo, que el público no estaba convencido aún de que el banco central japonés cumpliría con su objetivo de un 2 por ciento de inflación. La creación de esa expectativa es necesaria para lograr que las empresas eleven los salarios, un paso clave en la prolongada guerra del país contra la deflación, agregó.
"Nos hemos comprometido con la política monetaria ultra expansiva hasta que alcancemos la meta de un 2 por ciento de inflación y se mantenga de una forma sostenible", sostuvo Kuroda. "Eso significa que las expectativas inflacionarias deben estar ancladas en el 2 por ciento (...) y eso podría tomar algún tiempo", aseveró.
El BoJ desplegó un gigantesco programa de estímulos monetarios en abril, cuando se comprometió a duplicar su base de dinero a través de compras de activos. Kuroda desea acelerar la inflación del consumidor al 2 por ciento en unos dos años.
Japón ha estado empantanado en una deflación por los últimos 15 años.
El programa del BoJ fue inicialmente exitoso y los precios del consumidor subieron un 1,3 por ciento recientemente, sin considerar el impacto por un alza del impuesto a las ventas aplicado en abril. Pero ahora se espera que la inflación se desacelere en los próximos meses a medida que se disipa el efecto de un yen más débil sobre los costos de importaciones.
En tanto, en un discurso por separado en Jackson Hole, el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Ben Broadbent, dijo que la débil alza de salarios en Gran Bretaña podría tardar en repuntar. Agregó que el BoE (por sus siglas en inglés) no elevaría las tasas de interés hasta contar con fuertes prospectos sobre un mayor crecimiento salarial.