Bruselas, 13 sep (EFE).- El empresario francés propietario del grupo de lujo LVMH, Bernard Arnault, quien el sábado confirmó que ha solicitado la nacionalidad belga, dispone de una fundación en Bélgica para proteger los intereses patrimoniales y financieros de su descendencia, según revela hoy la prensa de este país, informó hoy el diario Le Soir.
El Partido del Trabajo de Bélgica (PTB) ha descubierto una fundación privada, llamada Protectinvest, creada el 22 de diciembre de 2008 en Bruselas, precisa el periódico.
En los estatutos se especifica que el objetivo de la fundación es "la protección de los intereses financieros y patrimoniales de los herederos en línea directa del señor Bernard Arnault", señala esa fuente.
Arnault no controla directamente la fundación -que, por el momento, aún no gestiona activos- sino que esta está vinculada a Pilinvest, un consorcio financiero del que Arnault posee el 99,99 % y cuyo capital aumentó el pasado año en cerca de 3 millones de euros.
Según "Le Soir", esta fundación podría garantizar la unidad de la fortuna del hombre más rico de Francia después de su muerte, impidiendo a los herederos cualquier tipo de partición por intereses particulares.
Además, el diario apunta que la fundación podría inscribirse dentro de un dispositivo fiscal que permitiría reducir los derechos de sucesión de sus descendientes.
En este caso, sus herederos podrían acceder a las ganancias de su imperio pero no a la gestión patrimonial, que podría quedar en manos de personas de confianza, un supuesto que podría haber motivado a Arnault a solicitar la nacionalidad belga ya que se trata de un sistema que no existe en Francia.
La fundación también podría representar una pieza clave para realizar un traspaso de todos sus activos a sus hijos a través de una donación en lugar de hacerlo por herencia, añade el diario.
Arnault generó una gran polémica en Francia el pasado fin de semana al conocerse que había iniciado los trámites para obtener la nacionalidad belga en pleno debate nacional sobre la subida de impuestos para las grandes fortunas promovida por el presidente François Hollande.
El empresario, dueño del grupo líder mundial del lujo Louis Vuitton Moët Hennessy y hombre más rico de Europa, ha asegurado que seguirá siendo residente fiscal francés, a pesar de tener registrado un domicilio en un barrio de Bruselas desde el pasado año. EFE