Buenos Aires, 15 nov (EFE).- Varios vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas sufrieron hoy demoras luego del conflicto sindical que motivó la suspensión de operaciones durante dos días, informaron fuentes aeroportuarias.
Los vuelos de la compañía controlada por el Estado argentino comenzaron a normalizarse este lunes de forma paulatina luego de las suspensiones registradas desde el pasado sábado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, y en el Aeroparque porteño.
Vuelos con destino a Caracas, México y Roma, entre otros, registraban demoras este martes luego de la reprogramación de partidas establecida por la empresa tras una medida de fuerza presuntamente impulsada por la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), dijeron los portavoces.
Aunque el sindicato rechazó tener algo que ver con las medidas de fuerza, el Gobierno lo denunció este lunes ante la Justicia por negarse a acatar la conciliación obligatoria dictada para tratar de solucionar el conflicto.
El Ministerio de Trabajo informó en un comunicado de que solicitó la suspensión de la personería gremial del sindicato, que agrupa además a controladores aéreos, quienes también han realizado protestas en los últimos días.
El conflicto generó pérdidas de unos 20 millones de dólares a la compañía, según cifras divulgadas este martes por el diario El Cronista.
En medio del litigio, la presidenta argentina, Cristina Fernández, decidió por decreto que los controladores aéreos, que desde hace cuatros años estaban a cargo de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), vuelvan a depender de la Fuerza Aérea.
La mandataria tomó "una decisión apresurada" que "castiga a quienes nada tuvieron que ver con las demoras en los vuelos", evaluó hoy Omar Torres, secretario general de la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad de la Aeronavegación, que también representa a controladores aéreos.
Torres anticipó además que este martes se reunirá con el ministro argentino de Defensa, Arturo Puricelli, "para pedir que se respete la función de cada compañero y los puestos de trabajo" del sector.
Por su parte, la jefa de Estado renovó hoy su reclamo a dirigentes sindicales y empresarios de "no boicotear la Argentina", durante un acto en la provincia de Santa Fe.
"El llamado está dirigido a todos los sectores que tienen responsabilidad. No me interesa sesgar el discurso, que pretendan dividir a trabajadores, al Estado y a los empresarios", sostuvo la mandataria.
En las últimas semanas, tanto el sindicato de los técnicos como el de los pilotos de la compañía han realizado fuertes críticas a la gestión del presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, un hombre cercano a la reelegida presidenta argentina.
Aerolíneas Argentinas está bajo gestión estatal desde 2008, cuando, en medio de una severa crisis financiera de la línea aérea de bandera, el Gobierno argentino resolvió iniciar un juicio de expropiación de la empresa controlada por el grupo español Marsans, un proceso judicial que aún sigue abierto. EFE
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