Viena, 9 feb (EFE).- La OPEP ha corregido hoy a la baja su pronóstico sobre el consumo mundial de petróleo en 2012 debido a las crecientes "incertidumbres" sobre la coyuntura mundial y, en especial, a los efectos de la crisis de la deuda europea.
En su informe mensual correspondiente a enero publicado hoy, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cifra en 88,76 millones de barriles diarios (mbd) la demanda mundial de crudo para 2012, 140.000 bd menos de lo calculado hace un mes.
Ello supone un crecimiento del 1,07 % respecto a 2011, en lugar del aumento del 1,21 % previsto en el informe anterior.
Las nuevas estimaciones están basadas en una rebaja en la previsión del crecimiento económico mundial y en "ajustes" efectuados con datos del año pasado, que revelan un menor consumo del que se había calculado, especialmente en Europa.
"El consumo de crudo en Europa se contrajo nuevamente en diciembre, por cuarto mes consecutivo. En todo 2011 cayó en 200.000 bd, reflejando la débil economía en la región", destacan los expertos de la OPEP.
Pese a ello, los precios del crudo han entrado en una nueva tendencia alcista y cerraron enero con un promedio que no se veía desde abril de 2011, cuando alcanzaron su pico anual debido al corte de los suministros de Libia por la guerra civil en ese país.
Así, el barril de Brent se vendió a una media de 111,78 dólares el mes pasado, el de la OPEP a 100,83 dólares, y el crudo de Texas (WTI), a 100,82 dólares. En lo que va de febrero han mantenido en general la tendencia al alza, y el Brent cotizaba hoy a más de 117 dólares tras la apertura del mercado de futuros de Londres.
Aparte de algunos "datos sobre la economía de EEUU mejores de lo esperado", la organización petrolera achaca el encarecimiento del "oro negro" en enero principalmente a las "renovadas tensiones geopolíticas en Oriente Medio", una alusión al conflicto con Irán.
El país persa, miembro fundador de la OPEP, segundo productor de este grupo y cuarto del mundo, no es nombrado de forma explícita, pero el documento dedica una página entera al hecho de que, últimamente, se ha reducido la diferencia entre el precio del crudo "ligero y dulce", y el "pesado y ácido", de mayor contenido sulfuroso, que normalmente es considerablemente más barato.
En parte, este fenómeno se debe a una mayor demanda de gasóleo de calefacción debido al frío en el hemisferio norte, pero también a "temores sobre una posible escasez de suministros de crudo ácido pesado", resalta el informe.
Precisamente este último tipo de crudo es el que exporta Irán, y se espera que los suministros de ese país a Europa se corten a partir del junio, cuando entran en vigor las nuevas sanciones de la UE contra Irán, incluido un embargo a las importaciones petroleras, debido a su polémico programa nuclear.
Los mercados temen, además, que Teherán pueda reaccionar a las hostilidades con un bloqueo del estrecho de Ormuz, por donde a diario pasan mucho petróleo destinado al mercado mundial, un 17% del total producido en el planeta y más de la mitad del exportado.
De cumplir dicha amenaza, el régimen de los ayatolá bloquearía así el suministro proveniente del mayor exportador mundial de crudo, Arabia Saudí, que también produce grandes cantidades de petróleo pesado y ácido y del que se espera pueda suplir la esperada falta de barriles iraníes.
La OPEP, sin aludir a este conflicto directamente, reconoce que puede haber problemas con el suministro de este último tipo de petróleo en los próximos meses, y con ello se mantendrá la tendencia a reducirse la diferencia en el valor de los diversos crudos.
"El rápido crecimiento de la producción de (crudo) dulce ligero, asociado principalmente con la recuperación de la producción de Libia, junto a los temores por una posible estrechez del 'mercado ácido' debido a factores geopolíticos, un clima más frío en lo que queda del invierno y una alta demanda de gasóleo", son la causa de este fenómeno, según el informe. EFE