París, 10 jul (EFE).- El Gobierno francés explicó hoy las bases de un plan de reformas que pretende negociar en los próximos meses con la patronal y los sindicatos galos para sacar al país de una situación económica que considera "grave".
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, presentó los primeros resultados de la "cumbre social" que durante dos días reunió en París a miembros del Gobierno con representantes sindicales y de los empresarios.
El jefe del Ejecutivo, que adelantó que no se trataba de precisar cuál será el contenido de esas reformas, dio indicaciones de por dónde irán los objetivos que pretende concertar con los interlocutores sociales y avanzó algunas líneas de acción preferentes.
Así, anunció que la prioridad del Gobierno será el empleo y que por eso irá adelante con el "contrato de generación", uno de los elementos esenciales de la campaña presidencial de François Hollande y que consiste en acuerdos dentro de las empresas entre trabajadores veteranos y jóvenes a los que esos formarán para transmitirles su experiencia laboral.
El primer ministro Ayrault adelantó que habrá una reforma legislativa sobre la financiación de la protección social en Francia en 2013 con el fin de garantizar su sostenibilidad y para mejorar la competitividad de las empresas galas.
También dijo que la formación profesional se convertirá en uno de los instrumentos básicos de la política de empleo y que además habrá un esfuerzo por reforzar la formación de quienes buscan un puesto de trabajo.
Desde el punto de vista de los salarios, el Gobierno tiene intención de proceder a negociar un incremento del salario mínimo interprofesional para que tenga en cuenta el crecimiento de la economía, ya que actualmente está vinculado sólo a la inflación.
Ayrault aprovechó para anunciar además que desaparecerá la prima de dividendos, una figura creada por el anterior presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, y destinada a distribuir dividendos entre los empleados de empresas de más de 50 trabajadores, con las que se pretendía obtener un mejor reparto de los beneficios.
Otro de los aspectos adelantados por el primer ministro tiene que ver con las elevadas remuneraciones de los directivos, algunas de las cuales han provocado estupor entre los franceses por su cuantía y que el Gobierno pretende regular.
Para eso el Ejecutivo presentará un proyecto de ley, anunció Ayrault, quien dijo que los trabajadores podrían estar implicados en la fijación de esos salarios "abusivos", en expresión del primer ministro.
Entre otras orientaciones, el primer ministro mencionó aquella que tenderá a favorecer la igualdad de salarios entre hombre y mujeres, con el objetivo de alcanzar una equiparación "real" de las remuneraciones.
Y en cuestión de jubilaciones, Ayrault adelantó que desde finales de este año se comenzará a analizar el sistema vigente y sus perspectivas financieras, con el fin, entre otros objetivos, de estudiar su equidad.
El anuncio complementa el que hizo el Gobierno el pasado junio, poco tiempo después de llegar Hollande al poder, al echar marcha atrás en la reforma de las pensiones de 2010 y que permitirá de nuevo jubilarse a los 60 años, y no a los 62, a los que hayan cubierto completamente el periodo de cotización, que es de 41 años en Francia. EFE