Nairobi, 23 oct (EFE).- La compañía minera Gold Fields anunció hoy el despido de unos 8.500 trabajadores de su explotación sudafricana de KDC East, al oeste de Johannesburgo, que iniciaron una huelga ilegal hace diez días.
Según anunció la propia empresa, los trabajadores han ignorado un ultimátum lanzado el pasado viernes para volver al trabajo hoy, como tarde.
"Hemos despedido a 8.500 trabajadores esta tarde porque no se han adherido a la advertencia final que dimos el viernes pasado", dijo a la agencia de noticias sudafricana Sapa el portavoz de la empresa, Sven Lunsche.
Sin embargo, la compañía aseguró que los trabajadores despedidos tenían 24 horas para presentar un recurso a su despido y que esperan que la mayoría de ellos lo haga.
Lunsche aseguró además que no se han producido incidentes violentos desde los despidos, pero que la Policía y el personal de seguridad de la explotación están en alerta.
Gold Fields afirmó además que un tribunal ya declaró la huelga ilegal y ordenó a los trabajadores que volvieran a sus puestos, y aseguró que ha iniciado una campaña exhaustiva para animar a los mineros en huelga a obedecer esta orden.
"Los trabajadores en huelga y sus representantes han tenido suficientes oportunidades para presentar argumentos de porqué no deberían ser despedidos, pero no hemos recibido respuesta", sentenció el representante de Gold Fields.
Hace unas tres semanas, otra empresa minera, anunció el despido de 12.000 trabajadores de sus explotaciones de platino en Rustenburg, un centenar de kilómetros al noroeste de Johannesburgo, que también habían iniciado una huelga ilegal.
Mineros de ambas empresas se han embarcado en una protesta similar a la que sus compañeros de la mina de Lonmin emprendieron el pasado 10 de agosto en Marikana y que se saldó con un aumento salarial del 22 por ciento tras seis semanas de inactividad.
La sangrienta huelga en Marikana, en la que murieron 46 personas, 34 de ellas por disparos de la Policía, ha desatado una ola de acciones sindicales ilegales en las explotaciones mineras de Sudáfrica, que se han extendido al sector de transportes y a una fábrica de montaje de coches.
La masacre policial de Marikana ha hecho revivir a Sudáfrica los episodios más violentos del apartheid, el régimen de segregación racial impuesto por la minoría blanca sudafricana hasta 1994.
El Gobierno ha establecido una comisión judicial de investigación sobre los hechos. EFE