Alex Segura Lozano
Washington, 18 oct (.).- Las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI), con su directora gerente, Kristalina Georgieva, a la cabeza, insistieron hoy en la necesidad de esperar al resultado de las elecciones del 27 de octubre en Argentina para continuar con el programa de asistencia financiera, a la vez que aseguraron que aún es "prematuro" valorar el éxito del plan.
"Estamos en un periodo donde estamos a la espera de los resultados electorales para seguir con nuestro trabajo. Es prematuro hacer una evaluación tajante sobre si el programa funcionó o no", señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, en una rueda de prensa sobre la economía en Latinoamérica.
Werner y Georgieva se reunieron hoy en la sede del Fondo con el ministro de Hacienda de Argentina, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central de ese país, Guido Sandleris, para "analizar la evolución del programa y futuros escenarios" hipotéticos.
"En la reunión que acabamos de tener se tocó a grandes rasgos los temas que mis colegas han estado trabajando al detalle con el equipo argentino. Evaluamos las medidas que se implementaron en agosto y septiembre y los escenarios que se podrían materializar" en el futuro, explicó el economista.
Por su parte, Georgieva aseguró que en el encuentro con Lacunza y Sandleris su objetivo fue reiterar el "fuerte compromiso" del FMI en ayudar a Argentina y el apoyo a políticas "que allanan el camino para una mayor estabilidad y un crecimiento inclusivo y duradero".
El Ejecutivo de Mauricio Macri negocia con el FMI obtener un desembolso pendiente del crédito de 56.300 millones de dólares que otorgó a Argentina a mediados de 2018, cuando una fuerte devaluación desató una crisis que sigue sin resolverse.
Hasta ahora, el FMI ha girado al país austral un total de 44.867 millones de dólares y el próximo tramo de ayuda, por 5.400 millones de dólares, iba a ser desembolsado, según se preveía, a mediados de septiembre.
Sin embargo, la derrota que sufrió Macri en las primarias en agosto ante su principal adversario, el peronista Alberto Fernández, y las turbulencias financieras desencadenadas tras ese resultado, hicieron que el FMI demorase su decisión de aprobar esa partida al menos hasta que se celebren las presidenciales del 27 de octubre, en las que el gobernante opta a la reelección.
"Estamos esperando para poder analizar con más detalle, cuando haya un Gobierno electo, las políticas públicas monetarias y fiscales", repitió Werner.
De acuerdo con sus últimas proyecciones, el FMI espera que la economía de Argentina se contraiga "aún más" en 2019 debido a una menor confianza, una mayor inestabilidad política y condiciones de financiación externa más estrictas.
Los cálculos del Fondo apuntan a que Argentina decrecerá un 3,1 % en 2019 y un 1,3 % en 2020.
Estos datos suponen un toque de atención para las autoridades argentinas, ya que el FMI había pronosticado que la contracción este año iba a ser del 1,7 % para volver a la senda positiva en 2020, con un crecimiento del 2,7 %.
De momento, la asistencia financiera del FMI al Gobierno argentino no ha surtido el efecto esperado por la institución multilateral, que espera que Argentina logre este año el equilibrio fiscal primario.
La asamblea anual, que se celebra estos días en la capital estadounidense, reúne a los líderes económicos de los 189 países miembros del FMI y su institución hermana, el Banco Mundial (BM), del 18 al 20 de octubre con conferencias y encuentros para discutir problemas como la desigualdad económica o la automatización de la fuerza laboral, entre otros.