Por Philip Blenkinsop
BRUSELAS, 3 feb (Reuters) - El primer ministro británico Boris Johnson ha presentado dos modelos para los lazos comerciales de su país con la Unión Europea después del Brexit: un pacto basado en el acuerdo de la UE con Canadá, o los términos comerciales que el bloque tiene con Australia.
Johnson utilizó los dos países como ejemplos de socios comerciales de la UE que no se adhieren a las normas del bloque, algo que ha prometido que Reino Unido no hará a partir del 1 de enero de 2021, cuando finalice el actual período de transición de 11 meses del Brexit, durante el cual se mantiene el statu quo previo a la salida.
El acuerdo comercial de la UE con Canadá entró en vigor en 2017, ocho años después del inicio de las conversaciones, pero la UE todavía no tiene un acuerdo con Australia.
A continuación se explica la forma en que la UE comercia con ambos países.
CANADÁ
Mercancías:
El Acuerdo Económico y Comercial Global (AECG, también conocido por sus siglas inglesas CETA) entre la UE y Canadá establece la eliminación de los aranceles sobre el 99% de todos los tipos de bienes, algunos de ellos en un período de hasta siete años.
Sin embargo, limita los volúmenes de algunas exportaciones a la UE, como la carne de cerdo, la carne de vacuno y las langostas congeladas, lo que refleja la postura tradicionalmente protectora de Europa hacia su sector agropecuario y pesquero, junto con alimentos para perros o gatos y chándales, trajes de esquí y trajes de baño.
Servicios:
El CETA ofrece mucha menos libertad que la que tienen actualmente los bancos y otras empresas afincadas en Reino Unido para hacer negocios en la UE.
Las empresas financieras canadienses necesitan licencias para operar en el bloque y deben cumplir con las regulaciones de la UE. Ambas partes deben tratar a los sectores de la otra de manera igualitaria, pero una "excepción cautelar" también permite medidas para limitar el acceso.
También hay algunas restricciones para otros sectores de servicios.
El CETA permite estancias temporales o autoriza a los nacionales de la otra parte a prestar servicios culturales y audiovisuales durante un período de entre 90 días y tres años.
Aproximadamente la mitad del texto del CETA, que tiene 1.598 páginas, está dedicado a las "reservas" al acuerdo. Por ejemplo, la provincia canadiense de Manitoba exige que las empresas funerarias tengan una licencia, mientras que la Unión Europea dice que sólo los residentes alemanes pueden abrir una farmacia en Alemania.
Hay cierto reconocimiento mutuo de las calificaciones profesionales.
Aduanas, reglas y normas:
Bruselas y Ottawa acordaron suavizar los procedimientos aduaneros e intentar el tránsito rápido de las mercancías, pero ambas partes seguirán realizando controles de importación, en particular de todos los animales vivos, el 15% de los productos de pescado y el 10% de los productos animales comercializados.
El CETA intenta fortalecer la cooperación sobre reglas y normas pero no incluye el nivel de alineamiento en ayudas estatales, medio ambiente y fiscalidad que la UE quiere de Reino Unido.
Ambas partes deben tratar de evitar el comportamiento anticompetitivo, pero no hay reglas compartidas en defensa de la competencia. El CETA no dice gran cosa sobre la fiscalidad.
Canadá y la UE acordaron notificarse mutuamente cada dos años sobre las subvenciones nuevas o prorrogadas.
La UE formuló exigencias sobre las normas laborales y ambientales, incluidos los compromisos del acuerdo de París sobre el cambio climático.
Ambas partes pueden seguir estableciendo aranceles para contrarrestar las ayudas públicas desleales o el "dumping" o competencia desleal.
En caso de disputas, el CETA prevé en primer lugar la mediación y luego recurrir a un comité compuesto por miembros de cada parte. El CETA no hace mención alguna al Tribunal de Justicia de la UE. Johnson ha dicho que Reino Unido no estará sujeto a la supervisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
AUSTRALIA
Australia está negociando actualmente un acuerdo de libre comercio con la UE para mejorar el acceso a su mercado, pero por ahora comercia en gran medida con la UE en los términos de la Organización Mundial del Comercio. Esto significa que se enfrenta a algunos aranceles elevados sobre los bienes que exporta al bloque, incluido su vino.
Australia no está obligada por ninguna norma de la UE, pero sus agricultores pueden enviar cantidades fijas de cheddar y queso para su procesamiento con aranceles reducidos, de "carne de vacuno de alta calidad" con un arancel del 20%, así como aranceles nulos para cordero, la carne de cabra y el vacuno alimentado con cereales. Australia comparte algunas de estas cuotas con otros países y se cubren por orden de llegada.
(información adicional de Andy Bruce; editado por William Schomberg y Giles Elgood)