Tokio, 12 nov (EFE).- La empresa Mitsubishi Heavy formará una "joint venture" con una corporación turca para producir motores de tanques, lo que supone la primera vez que una empresa nipona fabrica armamento junto a otra extranjera, informó hoy el diario Nikkei.
Este primera operación, que se enmarca dentro de una campaña de Tokio para promover las alianzas en la producción de armamento, se llevará a cabo después de que en 2011 se flexibilizara la ley que impedía a compañías de Japón participar en el desarrollo de armas con otros países.
El anterior Ejecutivo modificó las restricciones hace dos años para permitir excepciones que afectan a proyectos que contribuyan al mantenimiento de la paz o a mejorar la seguridad nacional.
Por su parte, Ankara busca desde hace tiempo socios extranjeros para el desarrollo de motores para tanques, algo que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo saber a su homólogo, Shinzo Abe, durante su visita a Turquía hace apenas dos semanas.
El Gobierno turco tiene previsto designar al socio de Mitsubishi Heavy para la empresa de riesgo compartido el próximo mes de enero, según explicaron a Nikkei fuentes cercanas a la operación.
En cuanto a la posibilidad de que el producto desarrollado sea vendido luego a terceros países (por ejemplo, China, estado con el que Japón mantiene una tensa relación), se espera que Tokio y Ankara firmen a finales de diciembre un acuerdo que limite la transferencia de estas tecnologías.
A merced de la relajación de restricciones para el desarrollo conjunto y de las campañas diplomáticas llevadas a cabo por Shinzo Abe para buscar acuerdos que favorezcan a la industria armamentística nipona, varias empresas negocian ya con socios potenciales de Francia y Reino Unido.
Del mismo modo, el actual Gobierno también estudia una posible relajación de la limitación autoimpuesta por el Parlamento nipón en 1967 para la exportación de armas y tecnologías fabricadas en Japón a terceros países. EFE
Este primera operación, que se enmarca dentro de una campaña de Tokio para promover las alianzas en la producción de armamento, se llevará a cabo después de que en 2011 se flexibilizara la ley que impedía a compañías de Japón participar en el desarrollo de armas con otros países.
El anterior Ejecutivo modificó las restricciones hace dos años para permitir excepciones que afectan a proyectos que contribuyan al mantenimiento de la paz o a mejorar la seguridad nacional.
Por su parte, Ankara busca desde hace tiempo socios extranjeros para el desarrollo de motores para tanques, algo que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo saber a su homólogo, Shinzo Abe, durante su visita a Turquía hace apenas dos semanas.
El Gobierno turco tiene previsto designar al socio de Mitsubishi Heavy para la empresa de riesgo compartido el próximo mes de enero, según explicaron a Nikkei fuentes cercanas a la operación.
En cuanto a la posibilidad de que el producto desarrollado sea vendido luego a terceros países (por ejemplo, China, estado con el que Japón mantiene una tensa relación), se espera que Tokio y Ankara firmen a finales de diciembre un acuerdo que limite la transferencia de estas tecnologías.
A merced de la relajación de restricciones para el desarrollo conjunto y de las campañas diplomáticas llevadas a cabo por Shinzo Abe para buscar acuerdos que favorezcan a la industria armamentística nipona, varias empresas negocian ya con socios potenciales de Francia y Reino Unido.
Del mismo modo, el actual Gobierno también estudia una posible relajación de la limitación autoimpuesta por el Parlamento nipón en 1967 para la exportación de armas y tecnologías fabricadas en Japón a terceros países. EFE