MADRID (Reuters) - El presidente entrante de la Comisión Europea prometió el miércoles una postura firme en la parte más disputada de una propuesta de acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, colocando al frente a su segundo para asegurar que el acuerdo final limite el poder de las multinacionales.
La protección de las inversiones ha surgido como un asunto muy sensible en las conversaciones para crear el mayor acuerdo comercial del mundo, y los parlamentarios de la UE dicen que rechazarán un acuerdo que contenga cláusulas que permitan a las empresas realizar quejas contra un Gobierno que consideren que ha incumplido el tratado comercial.
Las agrupaciones europeas de consumidores y ecologistas dicen que el mecanismo para zanjar disputas permitiría a las multinacionales intimidar a los 28 gobiernos de la UE por sus propios intereses independientemente de las leyes medioambientales, laborales y alimentarias.
El ministro de Economía alemán también se opone a la inclusión de premisas especiales para proteger a los inversores.
Jean-Claude Juncker, que liderará la Comisión Europea desde noviembre, dijo que su segundo, Frans Timmermans, tendrá la última palabra por la cláusula de la disputa entre estados e inversores en lugar del comisario de Comercio, quien se percibe más proclive a ello.
"No habrá cláusula de disputa de inversor a Estado (en el acuerdo comercial) si Frans no lo acuerda", dijo Juncker el miércoles en el Parlamento Europeo antes de que su nueva Comisión fuese aprobada.
"No habrá nada que limite a las partes el acceso a los tribunales nacionales o que permita que tribunales secretos tengan la última palabra en disputas entre inversores y estados", dijo Juncker, cambiando de inglés a francés.
Los negociadores terminaron la séptima ronda de conversaciones en Washington este mes y esperan alcanzar un acuerdo el próximo año. Muchas compañías dicen que traerá grandes beneficios económicos y creará empleos a largo plazo.
Pero las negociaciones sobre el asunto de la protección de los inversores han quedado congeladas hasta que la Comisión, que actúa en representación de los países de la Unión Europea, consulte a la UE.
La Comisión espera poder realizar comentarios para finales de año.