Agustín de Gracia
Nueva York, 5 ene (EFE).- No ha tardado mucho Wall Street para que se llevara su primer batacazo del año, el peor en tres meses, rompiendo en su segunda sesión de 2015 la buena racha que arrastraba desde hace días, contagiada por el ambiente navideño.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador, cayó un 1,86 % y pudo ser mayor el descenso si no fuera porque en la última hora hubo un ligero repunte, insuficiente para revertir la tendencia que venía registrando desde la apertura.
Lo mismo le pasó a los dos otros indicadores importantes, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que retrocedieron en cantidades parecidas, dejando una losa en el mercado que será difícil de levantar pronto.
Se mezcló de todo, pero los comentaristas echaron la culpa al desplome que sufrieron hoy los precios internacionales del petróleo, un 5 % en el caso del crudo intermedio de Texas, de referencia en Estados Unidos.
Pero hubo otras razones, desde los temores a que Grecia salga de la eurozona por la crisis política que atraviesa y que contagiaron también a los mercados europeos, y razones técnicas vinculadas con las correcciones que suele haber siempre a comienzos del año.
El Dow Jones había tenido su último récord hace poco, el 26 de diciembre, y el S&P 500 el 29 de diciembre. Las alzas estaban recientes, por lo que también hubo la lógica toma de beneficios.
"Estábamos tras recientes récords, así que un retroceso después de un desempeño muy fuerte en diciembre es algo que no es ordinario y no debería atemorizar a la gente", comentó a la cadena CNBC el inversionista Matthew Kaufler.
Hoy perdieron casi todos. Ganó el dólar, o, mejor dicho, perdió el euro, debilitado y lleno de malos presagios, que estaba cambiándose por debajo de la barrera psicológica de 1,20 dólares, en unos niveles que no se veían en nueve años.