Por Andrés González y Jesús Aguado
BARCELONA (Reuters) - El conglomerado financiero CaixaBank aprovechará la fortaleza de su red y su fortalecimiento a nivel nacional para reflejar en sus cuentas y ratios la previsible recuperación de la economía española en los próximos años.
La entidad catalana presentó el martes su plan estratégico hasta 2018, que pasa por la consolidación de las entidades adquiridas durante la crisis para ver crecer sus ingresos una media del 5,7 por ciento al año, con una rentabilidad (ROTE) que desde 2017 alcanzará el 12-14 por ciento frente al 3,4 por ciento actual.
Esto, unido a la contención de los costes (ratio de eficiencia del 45 por ciento en 2018, casi doce puntos menos) dará margen al grupo para mantener el dividendo en el 50 por ciento del beneficio en efectivo e, incluso, recomprar acciones o pagar extraordinarios si mantiene un capital de máxima calidad por encima del 12 por ciento, algo que espera para 2017.
En una lectura inicial, el plan estratégico fue valorado de forma positiva por algunas casas de valores que añadieron, no obstante, que las metas parecían ambiciosas.
"Parece exigente asumir esta evolución de costes sin reducir sus redes", dijo en una nota de análisis Espirito, en la que añadió que los objetivos eran positivos para la cotización.
De hecho, los títulos de Caixabank (MADRID:CABK), que llegaron a subir casi un 2 por ciento, subían a mediodía un 0,2 por ciento.
El presidente de Caixabank, Isidro Fainé, inscribió la mejora en "una recuperación sostenida de la actividad".
A pesar de casi duplicar su beneficio de 2014 hasta 620 millones debido a unas menores dotaciones, el crédito -una de las variables del sector más afectadas por la crisis económica en España-, cayó todavía un 4,8 por ciento en 2014.
"Pronto creemos que durante 2015 podremos observar una recuperación incipiente del saldo vivo de la cartera crediticia. En todo caso se tratará aumentos tenues inferiores al crecimiento nominal del PIB", dijo Fainé.
Tras una caída del 1,7 por ciento en la cartera de crédito, excluyendo el negocio promotor, la entidad prevé ahora un crecimiento anual medio del 4 por ciento.
QUIERE REDUCIR CONSUMO DE CAPITAL POR PARTICIPADAS
En un momento de fuertes exigencias regulatorias, el nuevo objetivo de ratio de capital del 12 por ciento se podría ver muy penalizado por la cartera de participadas cuando entren en vigor los nuevos criterios bancarios, que dañan los ratios de los bancos que, como La Caixa, poseen una importante cartera industrial.
Caixabank quiere reducir del 16 por ciento actual al 10 por ciento el consumo de capital de esta cartera de activos (en la que figuran un 12 por ciento de Repsol (MADRID:REP) y un 5 por ciento de Telefónica), pero no quiso entrar en el detalle de cómo reorganizará la cartera para limitar el consumo.
"Respecto al detalle de cómo se va a reducir esa cartera de participadas y a cuáles va a afectar no vamos a presentar el detalle al tratarse de compañías que cotizan y por tanto no sería adecuado", indicó el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar.
Analistas consideran que las posibilidades van desde una venta directa a una venta indirecta mediante la emisión de bonos convertibles, o incluso traspasar la cartera a la fundación de la que ya penden otros activos como Gas Natural o Saba.
En el terreno bancario, CaixaBank no descarta proseguir con la consolidación, aunque el ritmo se prevé inferior tras ser una de las entidades más activas durante la actual crisis.
Desde 2008, Caixabank ha comprado el negocio de banca privada de Morgan Stanley (NYSE:MS) en España, Caixa Girona, Bankpyme, Banca Cívica, Banco de Valencia, entre las que destaca la reciente compra de Barclays (LONDON:BARC) España
Sin embargo, la entidad ve ya limitado el proceso de consolidación en España, donde el número de entidades ha caído de 45 a una decena bancos, aunque si considera que existe margen, aunque menor que el acaecido en su mercado doméstico, en el resto de Europa.
La última iniciativa en este terreno fue una oferta por el 55,9 por ciento que no controla del banco portugués BPI que, de triunfar, podría provocar una ampliación de capital en Caixabank para reforzar sus ratios, una senda ya mostrada recientemente por Santander
La entidad ya había estimado que este compra podría reducir su capital en 110 puntos básicos hasta el 10,4 por ciento si se hiciese con un 75 por ciento del capital de BPI, cuando su objetivo es tener un capital del 11 por ciento tras la transacción.
En Portugal, el banco podría incrementar su presencia pujando por Novobanco, la entidad que aglutinó los activos buenos del malogrado Banco Espirito Santo y a la que BPI tiene en el punto de mira.
"Puede ser que si procede estudiemos Novobanco, pero esto una posibilidad", dijo Fainé.