Pekín, 23 ago (EFE).- El Consejo de Estado (Ejecutivo) de China aprobó hoy permitir a los fondos de pensiones de China invertir hasta un máximo de un 30 % de sus activos en bolsa, tras una semana de fuertes pérdidas en los parqués del gigante asiático.
El gabinete chino publicó hoy la nueva normativa sobre los fondos de pensiones que les permite cotizar en el mercado de valores, lo que podría llegar a suponer la entrada en las plazas bursátiles de dos billones de yuanes (unos 328.000 millones de dólares, 298.000 millones de euros), según las estimaciones oficiales.
El Ejecutivo ya dio el visto bueno al borrador de esta regulación el pasado 30 de junio, durante la racha bajista de las bolsas que se produjo a partir de mediados de junio, y ahora que los parqués vuelven a tambalearse, otorga al plan la aprobación definitiva.
El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, se hundió este viernes un 4,27 % como culminación a una semana en la que acumuló caídas de un 11,54 %.
El selectivo chino terminó en 3.507,74 enteros, al borde de superar a la baja el cierre mínimo que registró durante su crisis de principios de verano, los 3.507,19 enteros del 8 de julio.
Dado que el fondo de pensiones público de China contaba con activos por valor de 3,5 billones de yuanes al concluir 2014, la nueva normativa permite que más de un billón de yuanes (164.000 millones de dólares, 150.000 millones de euros) lleguen al mercado.
En total, se espera que la cantidad desbloqueada para la cotización bursátil sea el doble de lo que aportará el fondo público, dos billones de yuanes, según las estimaciones del Ministerio de Seguridad Social y Recursos Humanos citadas por la agencia oficial Xinhua.
El dinero del fondo de pensiones público, que supone cerca del 90 por ciento de los recursos totales del sistema chino de seguridad social, hasta ahora sólo podía depositarse en entidades bancarias o invertirse en bonos del tesoro, con la rigidez en su disponibilidad y los bajos intereses que eso suponía.
Si bien distintos expertos llevaban años aconsejando al Gobierno chino que permitiera una gama de opciones de inversión más diversificada para evitar la depreciación de los fondos, Pekín ha esperado a un momento crítico para las bolsas del país para sacar adelante la reforma normativa.
Durante la crisis bursátil que se vivió entre el 12 de junio y el 8 de julio, el banco central chino realizó múltiples inyecciones de liquidez para corregir el rumbo de las bolsas, que no evitaron que se evaporara un tercio del valor de los parqués.
La medida anunciada hoy puede interpretarse como el enésimo intento de Pekín de levantar el ánimo de los inversores bursátiles, que parecen haber perdido la confianza en la segunda economía mundial en las últimas semanas tras apostar fuertemente por ella en los meses previos.
Antes de entrar en crisis hace dos meses, las bolsas chinas se habían revalorizado un 150 % respecto a un año antes y un 60 % en comparación con el inicio de 2015, un crecimiento desorbitado que muchos expertos definen como una burbuja que ahora se habría pinchado.