MADRID (Reuters) - El secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, dijo el lunes que su formación no negociará sobre la unidad territorial de España, una condición que ha sido planteada por Podemos como ineludible para un eventual pacto de gobierno.
Durante la celebración de su primer comité federal tras el 20-D, en el que sus máximos dirigentes establecerán las condiciones para posibles negociaciones tras los resultados electorales más inciertos de la historia de la democracia en el país, Sánchez aseguró que no intentarán gobernar "a cualquier precio".
"No dialogaremos sobre cuestiones como la integridad territorial de España", dijo Sánchez en un discurso al comienzo de la reunión, aunque sin referirse explícitamente al planteamiento esgrimido por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Sánchez reiteró que por el momento corresponde al Partido Popular la iniciativa de intentar formar un gobierno tras obtener 123 escaños y ser la fuerza más votada en las elecciones, pero que de no conseguirlo, el PSOE convocará a todas las fuerzas políticas y sociales para tratar de sacar adelante un Ejecutivo progresista.
"El PSOE votará en contra de la continuidad de (Mariano) Rajoy como presidente del Gobierno y de cualquier otro candidato del Partido Popular", dijo, entre los aplausos de los líderes socialistas que se dieron cita en la sede del partido en Madrid.
El líder socialista, que con 90 escaños ha obtenido el peor resultado electoral del PSOE hasta la fecha, se enfrenta a una difícil encrucijada después de que Iglesias pusiera como condición para una eventual alianza la celebración de un referéndum independentista catalán.
"(En el PSOE están) empeñados en no entender que la unidad de España se defiende entendiendo la plurinacionalidad", dijo el líder de Podemos, formación que ha irrumpido en el Congreso con 69 escaños, tras un encuentro con Rajoy en el palacio de la Moncloa.
Sánchez -que además de Podemos necesitaría del apoyo de otras formaciones para tener mayoría parlamentaria- se encontraría también en una situación difícil en el caso de que el país vuelva a acudir a las urnas por falta de acuerdo político, con los analistas apuntando a que puede verse cuestionado su liderazgo dentro del partido.
Mientras los socialistas sopesan sus opciones, la incertidumbre será la tónica dominante en las próximas semanas o incluso meses, con numerosos analistas apostando por nuevas elecciones en 2016 como salida más probable al dilema postelectoral español.
ENCUENTROS CON RAJOY
Para ser reelegido presidente, Rajoy necesita el apoyo o al menos la abstención del PSOE en un Congreso de 350 diputados.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reiteró el lunes en una reunión con Rajoy en La Moncloa que los 40 diputados de su formación se abstendrán en la votación de investidura, e insistió en su oferta sobre un gran pacto a tres con PP y PSOE para garantizar la "unidad" de España.
"Estamos condicionados todos a que el PSOE se decida", dijo Rivera en rueda de prensa.
Tras los encuentros con Rivera e Iglesias, el vicesecretario general de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, sostuvo que la formación sigue teniendo la legitimidad para formar gobierno y que la convocatoria de nuevas elecciones es la última opción que se contempla.
"La candidatura de Rajoy se mantiene y sigue adelante (...)tenemos el aval de las urnas para seguir apostando por un gobierno estable", dijo Martínez Maíllo en una rueda de prensa.
"La convocatoria de elecciones es la ultimísima opción".