Londres, 15 may (EFE).- El consejero delegado de British
Petroleum, Tony Hayward, manifestó hoy que el desastre causado por
el vertido de crudo en el golfo de México no debe suponer el final
de las exploraciones de petróleo en aguas profundas.
En declaraciones a la BBC, Hayward declaró que el vertido "no
debería" terminar en una prohibición de estas exploraciones, "lo
mismo que el Apollo 13 no paró el programa especial, ni los
accidentes de avión graves han evitado que la gente vuele".
Hayward admitió no obstante que la gigantesca fuga de crudo
causada por la explosión en una plataforma petrolífera el mes pasado
debería ser "un evento transformador para la exploración y para las
actividades de producción en aguas profundas de todo el mundo, en
particular en las aguas profundas de los Estados Unidos".
"No puedes tener un incidente de esta gravedad y no esperar como
consecuencia cambios significativos. Lo que tenemos que hacer es
asegurar que los cambios que hagamos se centren en el riesgo que se
ha producido aquí", añadió el directivo de BP.
Sobre la vehemencia contra las petroleras del presidente
estadounidense, Barack Obama, que anunció este viernes el final de
la "cómoda relación" con este sector, Hayward dijo "entender y
compartir el sentimiento de urgencia del presidente" por lo mucho
que se está tardando en reparar la fuga causante del desastre.
"BP está trabajando estrechamente con científicos e ingenieros de
toda la industria petrolera, con agencias del Gobierno y con las
autoridades locales de la costa del Golfo para hacer todo lo que
está en nuestra mano para parar el flujo de petróleo, eliminarlo de
la superficie marina y proteger la costa", aseguró.
Hayward también subrayó que los permisos que concede el Gobierno
de EEUU para explorar en aguas profundas son tan estrictos como en
cualquier otra parte del mundo y pidió que se espere a conocer la
investigación final del accidente para sacar conclusiones.
Once personas murieron en la explosión que destruyó el 20 de
abril la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de la compañía
Transocean, que operaba para BP el pozo afectado en aguas del golfo
de México, a 77 kilómetros de la costa del estado de Luisiana. EFE