Pamplona, por la excelente planificación de su limpieza viaria. Alicante, por ser referente en el uso de aguas reutilizadas y en movilidad inteligente. Barcelona, por la digitalización de sus servicios de agua. El Observatorio de los Servicios Urbanos ha seleccionado las mejores y peores prácticas en los servicios públicos de las ciudades españolas.