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Washington, 24 ago (EFE).- Científicos de EE.UU. descubrieron el
potencial de unas bacterias ocultas en las profundidades marinas
para digerir petróleo, que pueden ser vitales en la limpieza del
vertido en el Golfo de México, según publica hoy Science.
La explosión y el posterior hundimiento de una plataforma
petrolera de BP en el Golfo de México causó el derrame de millones
de litros de petróleo al mar y ha dejado una columna de petróleo de
varios kilómetros alrededor del pozo averiado.
Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional Lawrence
Berkeley (Berkeley Lab) ha analizado la actividad marina en una
columna de crudo que se ha formado a más de 1.000 metros de
profundidad, a 16 kilómetros del centro del pozo.
El grupo dirigido por Terry Hazen, ecólogo microbiano de la
división de Ciencias de la Tierra de Berkeley e investigador
principal junto con el Instituto de Biociencias, encontró que la
actividad microbiana, encabezada por una nueva especie sin
clasificar, está degradando petróleo más rápido de lo previsto.
Los expertos apuntan a que el motivo es que esa degradación se
está produciendo en zonas en las que no hay un nivel significativo
de oxígeno, lo que ha provocado que esta bacteria de la familia de
las proteobacterias-gamma no hubiera sido muy estudiada hasta ahora.
"Nuestros resultados muestran que la afluencia de crudo ha
alterado profundamente a la comunidad microbiana mediante un
significativo estímulo de las gamma-proteobacterias psicrófilos de
las aguas profundas, que están estrechamente relacionadas con
microbios conocidos como degradantes del petróleo", señaló Hazen.
Los psicrófilos son aquellos microorganismos capaces de vivir a
temperaturas inferiores a 5 grados centígrados.
"Este enriquecimiento de microorganismos degradadores de petróleo
psicrófilos, con su rápida tasa de biodegradación del petróleo
parece ser uno de los principales mecanismos detrás de la rápida
disminución de la columna de hidrocarburos que ha sido detectado
disperso en las aguas profundas", agregó.
El análisis de Hazen y sus colegas sobre los genes microbianos en
la columna de crudo ha revelado una gran variedad de microorganismos
degradadores de hidrocarburos, muchos de ellos relacionados con la
concentración de diversos contaminantes del crudo.
En concreto han establecido que esta nueva especie podría
pertenecer a la familia de las Oceanospirillales, en particular a la
Oleispirea antarctica o a la Pceaniserpentilla haliotis.
Estos resultados, según Hazen, "demuestran que las poblaciones
microbianas de psicrófilos degradantes de petróleo y las comunidades
microbianas asociadas tienen un papel significativo en el control
final y las consecuencias de las concentraciones de petróleo en las
aguas profundas del Golfo de México", aseguró el experto.
Hazen, que ha analizado otros vertidos anteriormente, comenzó las
investigaciones con su equipo el pasado 25 de mayo, un mes después
de que se produjera el accidente.
Los resultados de la investigación se basan en el análisis de más
de 200 muestras recolectadas en aguas profundas de 17 sitios
diferentes, entre el 25 de mayo y el 2 de junio de 2010.
El análisis y la secuencia del ADN de estas muestras de agua
revelaron que a diferencia de muchas otras bacterias que digieren
petróleo estas protobacterias-gamma que viven en temperaturas frías
(5 grados celsius) no parecen usar el oxígeno de la columna de agua.
Esto se traduce en que los métodos convencionales que han
analizado la capacidad natural de la biodegradación basando sus
cálculos en los niveles de oxígeno pueden haber pasado por alto la
contribución de estas bacterias marinas. EFE