París, 17 feb (EFE).- La actividad petrolera exterior de las compañías de petróleo chinas es muy independiente de las decisiones del Gobierno de Pekín, según un informe publicado hoy por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El estudio "desmitifica" el control al que se supone están sometidas las petroleras de ese país y asegura que su actividad tiene como consecuencia aumentar la oferta mundial de petróleo y gas.
La AIE ha detectado la existencia de opiniones infundadas respecto a las petroleras chinas, basadas en la presunción de cómo operan en el exterior en la búsqueda y explotación de recursos.
"Hasta ahora, se ha analizado poco la presunción, muy difundida, de que esas compañías actúan bajo las instrucciones y en estrecha coordinación con el Gobierno chino", comenta la AIE.
El informe ha constatado que esas petroleras "operan con un alto grado de independencia" y que no son "marionetas bajo el control del Gobierno chino, como muchos han pensado", según declaró Julie Jiang, una de los autores del estudio.
Detrás de la actividad petrolera exterior de ese país y de sus inversiones en los últimos años está "un fuerte interés comercial", agregó Jiang.
El origen de esas petroleras del país asiático está en los años ochenta del pasado siglo, cuando el Gobierno decidió transformar las refinerías estatales integradas en los ministerios en empresas de propiedad pública para estimular la competitividad entre ellas.
Esas empresas invirtieron en la década posterior en países como Sudán y Perú, donde otras multinacionales se habían abstenido de hacerlo por considerar que las condiciones políticas de esos Estados habrían afectado a su producción.
De este modo, las petroleras chinas se convirtieron en "serios competidores internacionales", según la AIE, que recordó que China National Petroleum Corporation es ya la quinta compañía mayor del mundo en el sector.
Las petroleras de China ya habían alcanzado a finales de 2009 acuerdos con sus países vecinos para asegurarse la importación de petróleo y gas de todos ellos, según el informe.
Detrás de esta actividad estaba el propósito de aumentar la oferta disponible para el país, aunque también la intención de reducir la dependencia de las importaciones que pasan a través del Estrecho de Malacca, que conecta los Océanos Índico y Pacífico.
Por ese lugar pasa el 77 % de las importaciones chinas de petróleo crudo, se recuerda en el informe de la AIE.
Según la agencia con sede en París, en los próximos cinco años "casi la mitad de la demanda mundial de crudo procederá de China" y recordó que en 2010 ese país importó un total de 4,8 millones de barriles diarios, un 17,5 % más que en 2009. EFE