Brasilia, 23 mar (EFE).- El Congreso brasileño debatió hoy los planes nucleares del país y exigió más controles en las dos plantas que están operativas, al tiempo que Alemania decidió replantearse el aval que ofreció para la construcción de una tercera, debido a la alarma en Japón.
El debate, que reunió a miembros de las cámaras de Diputados y del Senado junto a expertos en energía nuclear, fue celebrado a raíz del accidente ocurrido en la planta japonesa de Fukushima tras el terremoto del pasado día 11.
En Brasil funcionan dos plantas de generación de energía nuclear, construidas en la década de 1980 en el balneario fluminense de Angra dos Reis con apoyo alemán, y hay planes para la construcción de una tercera, que hoy mismo fueron puestos en duda por Alemania.
El Ministerio de Economía germano anunció mediante un comunicado que se replanteará el aval que ya otorgó a la construcción de "Angra III", pues primero debe estudiar con las autoridades brasileñas "hasta qué punto los sucesos de Japón tienen efectos sobre el procedimiento y los estándares a aplicar".
La noticia llegó a Brasil cuando concluía el debate, por lo que los parlamentarios no llegaron a discutir la decisión alemana.
Sin embargo, acordaron designar una comisión especial, que la semana próxima visitará las dos plantas de Angra dos Reis con el objetivo de verificar su funcionamiento, los sistemas de seguridad y también la preparación que han recibido las cerca de 20.000 personas que residen en sus alrededores en caso de una emergencia.
Al debate fue invitado el presidente de la empresa Eletronuclear, Othon Luiz Pinheiro da Silva, quien aseguró que esa estatal que se ocupa del sector tiene "al día" todo lo relacionado con la seguridad de las instalaciones, aunque admitió que "en el mundo no existe nada que sea totalmente seguro".
Pinheiro da Silva dijo, además, que la empresa sigue atentamente el desarrollo de la crisis en Japón, pues "lo que está ocurriendo sirve para aprender y mejorar" las medidas de prevención.
Los planes que Eletronuclear tiene preparados para desalojar a las personas que viven en las cercanías de las plantas no dejaron convencidos a los parlamentarios.
El senador Lindbergh Farias dijo que escogió al azar "cinco o seis" teléfonos de domicilios de Angra dos Reis y que ninguna de las personas que le atendió dijo saber qué debía hacer en caso de un accidente nuclear.
"Puede ser coincidencia o no, pero parece que los planes no son los adecuados, pues el entrenamiento de la población es hecho una vez por año y la participación es voluntaria", denunció el senador.
Durante el debate también se levantaron dudas en relación a los procedimientos utilizados por Eletronuclear para resguardar los residuos radiactivos generados por las dos plantas, que hasta ahora son depositados en locales con gruesas paredes de concreto que están en el mismo complejo de Angra dos Reis.
Pinheiro da Silva aseguró que la radiactividad de esos residuos es "muy baja" y apuntó que la empresa tiene planes para construir depósitos subterráneos especiales, en los que ese despojo nuclear permanecería con "absoluta seguridad" durante "500 años". EFE