Atenas, 24 may (EFE).- El líder de la oposición griega, Antonis Samaras, jefe del partido conservador Nueva Democracia (ND), rechazó hoy el llamamiento del primer ministro, Yorgos Papandréu, a un acuerdo nacional ante la crisis financiera que puede llevar al país a la quiebra.
Tras una reunión de una hora en Atenas entre los dos líderes políticos, Samaras declaró en un comunicado que "Papandréu persiste en fomentar una receta que ha probado no tener éxito (...) y supera las fuerzas de la economía y del pueblo".
Ese programa "vaticina nuevos impuestos, recortes horizontales que perjudican a los que ya han pagado y que no aguantan más", dijo el líder conservador que controla 91 de los 300 escaños del Parlamento, frente a los 156 del gobernante partido PASOK.
Por consiguiente, Samarás declaró que su partido ha decidido rechazar "un acuerdo a alto nivel" que mantiene atrapada a Grecia en el mismo callejón sin salida. "Yo no doy tal consenso", declaró.
El Gobierno socialista griego presentó ayer un programa de privatizaciones inmediatas y de explotación de activos del Estado por unos 50.000 millones de euros hasta 2015.
Además, prevé nuevos recortes en el gasto público, que incluirá despidos, y en los ingresos de las pensiones, así como aumentos de impuestos en alimentación para recaudar 6.000 millones de euros este año y otros 22.000 millones hasta 2015.
Papandréu también recibió a Yorgos Karatsaferis, presidente del derechista partido LAOS, quien declaró que "no es suficiente una cohesión sino una co-responsabilidad entre las fuerzas políticas sobre las medidas que se asumen".
El primer ministro continuará hoy sus reuniones con los partidos de la oposición, aunque el Partido Comunista KKE ha rechazado la invitación.
Mañana se espera en Atenas un nuevo equipo de la UE, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo que supervisarán el programa de privatizaciones y de austeridad.
Sólo tras este análisis se aprobará la entrega del quinto tramo de ayuda externa de 12.000 millones de euros, sin el cual el país corre peligro de entrar en quiebra, según advirtió el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu. EFE