Bruselas, 23 jun (EFE).- La petición formal de la ayuda a la banca española y la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE del próximo jueves y viernes en Bruselas marcan una semana crucial para el futuro del euro, en la que se espera que se vuelva a apostar por el crecimiento para dejar atrás la crisis de los últimos años.
La línea de crédito para la banca española, los avances hacia una unión bancaria y fiscal y la creación de un fondo para el crecimiento por valor de unos 130.000 millones de euros (1 % del PIB de la Unión Europea) marcarán las pautas en la UE la próxima semana.
Se trata de una estrategia que quiere compatibilizar la disciplina fiscal con la revitalización de la economía a partir de fuertes inversiones.
Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado jueves para suavizar los recortes y recapitalizar directamente a los bancos y el nuevo rumbo del Banco Central Europeo (BCE) para facilitar liquidez parecen razones de peso para que Alemania ceda y asuma una nueva forma de hacer de la UE, después de que el dogma de fe de la austeridad haya llegado a sus límites.
Ayer viernes se reunieron en Roma para preparar la cumbre de la UE el presidente francés, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
La cita se dibujaba esta vez más integradora con las grandes economías del sur de la eurozona respecto a hace tan solo unos meses, cuando las reuniones sobre el futuro del euro se limitaban al tándem "Merkozy", formado por la canciller alemana y el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El próximo lunes España enviará su solicitud formal de asistencia a la banca, como avanzó el viernes en Luxemburgo el ministro de Economía, Luis de Guindos.
El ministro insistió en la opción de recapitalización directa a la banca, formula que pide igualmente el FMI, deseoso de que la eurozona utilice vías "creativas" para salir de su encrucijada, según dijo en Luxemburgo su directora gerente, Christine Lagarde.
Se han producido en los últimos días algunas medidas poco habituales, como la facilitación por el BCE de la entrega de liquidez a los bancos de la eurozona, con el objetivo de fomentar el crédito a la economía real.
Esa noticia, sumada al optimismo por la posibilidad de resolver las debilidades de la banca española, hizo que la prima de riesgo de España al cierre ayer de los parqués se anotase la mayor caída semanal del año.
El diferencial de riesgo español (la diferencia de rentabilidad entre el bono alemán a diez años y el nacional) cayó a 480 puntos básicos, la cifra más baja de las últimas dos semanas.
Además, el Ibex subió el viernes un 1,5 %, hasta casi los 6.900 puntos, una tendencia alcista que se desmarcaba de la caída generalizada en las bolsas de Europa.
La recapitalización directa de las entidades bancarias estará en el orden del día en la cumbre de Bruselas, una opción que, según aseguraba De Guindos, puede llegar a tiempo para España, si bien a algunos analistas les parece demasiado ajustado el calendario, pues está previsto que la ayuda financiera para España se firme en el Eurogrupo del 9 de julio.
Será entonces cuando se conozcan las condiciones de la línea de crédito.
A priori, España espera que el préstamo europeo para la recapitalización de la banca se mueva en parámetros similares a los de otros países y que, por tanto, tenga un plazo largo de incluso más de 15 años, un periodo de gracia de entre 5 y 10 años y un tipo de interés entre el 3 y el 4 por ciento. EFE
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