París, 15 oct (EFE).- España se sitúa en penúltimo lugar de los
28 países de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sólo por
delante de Polonia, por la aplicación efectiva de las medidas que el
organismo propugna para mejorar la eficiencia energética.
Polonia y España son los únicos que han cumplido total o
sustancialmente menos del 10% de las 25 medidas de eficiencia
energética que estableció la AIE entre 2006 y 2008, según un informe
presentado hoy con datos actualizados a fecha del 31 de marzo
pasado.
Por debajo del 20% también se sitúan, por orden decreciente,
Noruega, Italia, Holanda, Luxemburgo, Grecia, Hungría, Eslovaquia y
Turquía, mientras que en el extremo opuesto superan el 50% Japón
-que está en cabeza con el 57%-, Reino Unido, Canadá y Estados
Unidos.
Sin embargo, España es uno de los países que más medidas de
eficiencia se ha anunciado que se van a poner en marcha o están en
curso de aplicación, en torno al 70% del total.
Pese a todo, quedan algo más del 20% de las recomendaciones por
ser abordadas en España, porcentaje superado por Italia, Hungría,
Holanda, Luxemburgo, Eslovaquia, Hungría y, sobre todo, Turquía (más
del 60%).
En el capítulo dedicado a España, los autores del estudio
comparativo subrayan que "en los dos pasados años" el país "ha
anunciado un impresionante número de medidas que planea para mejorar
la eficiencia energética; ahora esos planes tienen que ser
implementados por todas las comunidades autónomas".
Por sectores, los que están más avanzados en conformarse con los
objetivos de la AIE en España son los edificios (14%), la
iluminación (14%), la industria (9%) y los electrodomésticos y otra
maquinaria (8%).
No se ha aplicado ninguna de las recomendaciones ni completa ni
sustancialmente ni en los transportes ni en la energía, aunque en
esta última está previsto cumplir todas en el futuro.
La intensidad energética de la economía española (la cantidad de
energía necesaria para generar 1.000 dólares de producción) se
situaba por debajo de la media de la AIE en 2007, pero fue el único
de los 28 en que había crecido desde 1990 (aunque fuera muy
ligeramente).
La agencia estima que si en todo el mundo se aplicaran sus 25
recomendaciones, eso permitiría evitar emisiones de 8,2
gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) para 2030, o lo que es lo
mismo, el doble de las que genera actualmente la Unión Europea en un
año.
Respecto al pasado, en los 17 países de la AIE analizados, se
sabe que la eficiencia energética ha permitido evitar un aumento del
17% de su consumo de energía entre 1990 y 2006, es decir, más del
incremento de demanda que se ha producido en ese tiempo. EFE