Por Maggie Fick
BARCELONA, 18 abr (Reuters) - AstraZeneca (LON:AZN) confía en que su nueva versión del tratamiento con anticuerpos contra el COVID-19 pueda proteger a los pacientes inmunodeprimidos contra todas las variantes conocidas del virus, según ha declarado su responsable de vacunas.
Los estudios de laboratorio muestran que el anticuerpo, denominado AZD3152, neutraliza todas las variantes conocidas del COVID-19 y AstraZeneca cuenta con el apoyo de los organismos reguladores para que el tratamiento esté disponible a finales de este año, declaró Iskra Reic en una entrevista el martes.
AstraZeneca prevé, a la espera de más datos positivos y la aprobación de las autoridades reguladoras, que el anticuerpo esté disponible a finales de 2023.
Este tipo de terapias son más necesarias para las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, ya sea por afecciones subyacentes o porque están sometidas a tratamientos inmunosupresores. Representan casi el 2% de la población mundial.
En enero, el regulador sanitario estadounidense retiró la autorización de uso de urgencia del cóctel original de anticuerpos Evusheld COVID-19 de AstraZeneca, ya que las nuevas variantes dominantes lo hacían obsoleto.
La decisión de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) coincidió con las preocupaciones expresadas por el regulador sanitario europeo.
El AZD3152 de AstraZeneca, su nuevo anticuerpo COVID-19, se adquirió el año pasado mediante un acuerdo de 157 millones de dólares con la start-up biotecnológica británica RQ Bio.
Es probable que la farmacéutica británica realice inversiones en el futuro, como su actual asociación con RQ Bio, pero no tiene ningún acuerdo que anunciar, dijo Reic, un veterano ejecutivo de AstraZeneca que ha dirigido la unidad de vacunas y terapias inmunitarias de la empresa desde que se creó a finales de 2021, durante la pandemia.
El año pasado, la unidad obtuvo unos ingresos de 4.800 millones de dólares. Sin embargo, la demanda de vacunas COVID-19 ha disminuido drásticamente con la competencia de las vacunas de ARNm y dado que muchos países ya tienen un exceso de oferta de vacunas COVID-19.
(Reporte de Maggie Fick en Barcelona; Información adicional de Natalie Grover en Londres; Edición de Alexander Smith, editado en español por José Muñoz)