Madrid, 19 may (EFE).- El control del presupuesto familiar al que obliga la crisis y la reducción de precios que permiten las nuevas tecnologías, así como un mayor acceso a la información, han llevado a que el consumidor sea cada vez más exigente y quiera comprar cada vez más barato pero con calidad.
Aunque para gran parte del sector de la distribución, sobre todo el tradicional, esta circunstancia puede ser vista como un lastre para su cuenta de resultados, son muchos los que han logrado hacer de este cambio en los hábitos de consumo una oportunidad y han puesto de moda el "cuponeo".
A pesar de que esta práctica lleva décadas implantada en países como Estados Unidos, donde coleccionar cupones es una "tradición" que ha quedado retratada en multitud de películas, en España ha tardado en despegar, quizás porque el ciudadano prefiere la rebaja directa sobre el precio que tener que buscarse él mismo el descuento.
Según la firma estadounidense Valassis, a lo largo del año pasado los fabricantes de productos de gran consumo repartieron 466 millones de vales en España, el 19,4 % más que en 2011; con un importe medio de 1,04 euros, frente a los 1,22 euros del ejercicio anterior.
De estos cupones, el 39 % fue distribuido vía "buzoneo" y el 36 % llegaron al consumidor a través del establecimiento, en ocasiones insertado en el propio envase para ser canjeado en futuras compras.
El 50 % de los vales correspondieron a artículos de alimentación, que sumaron 233 millones de unidades, el 121 % más que en 2011. En este caso, la mayoría llegaron al usuario vía revistas o periódicos (43 %).
Para facilitar el acceso al descuento, en los últimos años han proliferado los clubes de compras colectivas especializados en ofrecer a través de internet vales canjeables, en la mayoría de los casos en establecimientos físicos, como Letsbonus, Groupon, Atrápalo, el Oportunista o Groupalia, que el año pasado ofertó cuatro millones de "planes", con una rebaja media del 63 %.
Tras registrase en la web, el consumidor recibe periódicamente cupones con descuentos sobre los más variopintos productos y servicios, como por ejemplo cursos de inglés, tratamientos de belleza, cenas en un restaurante, una escapada de fin de semana, hacerse con el último grito tecnológico o algo tan cotidiano como un aspirador.
En otros casos, son los mismos distribuidores del producto, entre los que destacan los grupos de moda, los que ofrecen a los internautas cupones descuentos para canjear en sus establecimientos físicos.
Los que ya llevan tiempo apuntados a la moda del "cupón" son las grandes cadenas de distribución, que reparten entre sus usuarios cupones con descuentos sobre multitud de productos y marcas que ofrecen canjear tras pasar por caja.
En otras ocasiones es en el momento de pasar por caja cuando el consumidor "gana" un cupón descuento invitando a ser canjeado en el mismo establecimiento en pocos días.
A pesar de los esfuerzos de las marcas, los consumidores son más partidarios de las rebajas en el precio. Según la consultora Kantar Worldpanel, el 78 % de los hogares españoles prefiere que se le aplique un descuento directo en el precio, mientras que un 59 % se decanta por recibir un producto adicional gratis.
Otras de las promociones más valoradas por los hogares son las que premian la compra de varias unidades, como los 3x2, o las que se logran al ser titular de una tarjeta de fidelidad.
Kantar señala también que el consumidor no acepta todas las promociones y 6 de cada 10 hogares compra las promociones únicamente si la marca está entre sus habituales, mientras que sólo un 4,4 % aprovecha la oferta o promoción sea de la marca que sea. EFE